Los dueños de una casa encantada llaman al reality “America’s most haunted” para que acudan allí a investigar y expulsen a los espíritus. Los miembros del programa, acostumbrados a montar un falso espectáculo, se encontrarán con algo inesperado.
America’s most haunted es una curiosa producción de bajo presupuesto (siendo generosos) que mezcla humor y terror para contarnos una historia mil veces vista aportando un tono más original de lo habitual. Poco se le puede pedir técnicamente a un producto tan barato, de tal modo que el aspecto de la película es de telefilm, los actores son muy limitados y los efectos especiales apenas están a la altura de los que se hacían hace medio siglo. Sin embargo, tanto el ritmo como el tono (casi de comedia) salvan a la película del desastre. Sin ser ninguna maravilla y pese a ser cero novedosa, la verdad es que la película está hecha con cierta gracia. Hay un par de personajes que me resultaron simpáticos, y también hay un par de sustos bien logrados a pesar de que la música discurre en muchas ocasiones en contra de la ambientación. Que nadie espere pasar mucho miedo con esta película, pero tampoco un aburrimiento total. Y es que su ligereza la hace muy llevadera, y en ningún momento se hace larga.
El reparto está formado por caras totalmente desconocidas, probablemente la mayoría sea medio amateur, salvando al veteranísimo James Karen, uno de esos currantes del cine que ha trabajado en mil producciones diferentes y que sigue en activo pese a tener ya más de 90 añitos. El director Chris Randall se estrena con esta cinta, y no tiene pinta de que vaya a hacer mucha carrera, ya que aparte de “America´s most haunted” tan sólo tiene acreditado en IMDb un cortometraje del año 2005.
Lo dicho, estamos ante un trabajo muy discreto pero si nos olvidamos de las limitaciones técnicas podemos sacarle cierto provecho. Al menos no me parece una pérdida de tiempo como mi anterior visionado The Cutting Edge.
Mi nota: 5