Lo reconozco. Yo soy uno de esos plastas que, cada vez que se hace una lista con los mejores cómics de la historia, votan al Watchmen de Alan Moore como número 1 indiscutible. Para mí es una obra intocable, tanto que reniego de su adaptación cinematográfica porque el señor Zack Snyder no tuvo mejor idea que cambiar el final. Hurm. A esto podemos añadirle el hecho de que no estoy muy ducho en cuanto a cómic humorístico, por lo que me dispuse a leer este Guachimen con mucha curiosidad pero con cierta precaución.
¿Y qué me he encontrado? Pues una divertidísima parodia de mi cómic favorito que celebra gloriosas épocas pasadas del tebeo español y que a buen seguro hará reir a todo aquel que se adentre en sus páginas. Y es que, aunque se toma la obra del barbudo de Northampton como base para articular la historia, al mismo tiempo “Guachimen” bucea en los años en que Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Anacleto o Superlópez hacían las delicias de los niños y adultos de nuestro país.
El cómic está estructurado de la misma forma que su referente, con sus pertinentes 12 capítulos. La particular parodia de las míticas portadas que tenían los números de “Watchmen” (aunque algunas recrean portadas de Before Watchmen) es una de las grandes bazas de “Guachimen” y una buena muestra de la imaginación y gran sentido del humor de sus autores. Ovidio Miguel Maestro y Sergio Ballester (creadores también de los cómics Juego de Tronados) se reparten el trabajo dibujando uno los capítulos impares y el otro los pares. Aunque el estilo de cada uno es diferente, lo cierto es que se complementan a la perfección y consiguen que el cambio de dibujo no sea una molestia en ningún momento. La particular visión que ambos tienen de algunas de las más famosas viñetas de “Watchmen” arrancará las carcajadas de los lectores.
Cada una de las 100 páginas de “Guachimen” está trufada de múltiples guiños graciosos a los que hay que prestar atención para captarlos. Los cameos de diferentes personajes (la mayoría auténticos clásicos del tebeo español) son incontables, y ahí es donde radica otro de los grandes atractivos de la obra, el reconocerlos a todos (o al máximo de ellos posible).
Tras su lectura, uno no puede dejar de pensar que “Guachimen” es lo que gente como Ibáñez, Vazquez, Jan o Escobar hubieran hecho de haber parodiado la genial obra de Alan Moore. En este sentido, el homenaje a estos míticos autores españoles me parece sublime. Por tanto, la impresión que me ha dejado este cómic no puede ser mejor ya que estamos ante una obra entretenidísima con la que es casi imposible no reírse. La única pega que se le podría poner es que se hace corto. Quiero más.
Mi nota: 8
Para que podáis comprobar el fantástico sentido del humor de sus autores, os dejo la increíble dedicatoria con la que me obsequiaron, en la que “sutilmente” critican la nota que otorgué a Del Revés (2015). Genial.