VISIONADOS EN BREVE XXIII: Alita, Aterrados, Border, Destroyer

por José Luis Pascual

ALITA (Robert Rodríguez, 2019)

Epopeya de ciencia ficción basada en el manga GUNNM (Alita, ángel de combate)Alita es un nuevo ejemplo de por dónde van los tiros en la industria cinematográfica actual. Y es que un buen número de superproducciones modernas tiene al público adolescente como target principal. Esto no es necesariamente malo, pero por el camino pueden peder definitivamente a un público más adulto que, por lógica, ha de ser mayoritario. «Alita» aburre, satura, se hace muy larga e insiste en acogerse a un cánon inamovible a la hora de presentar una trama bastante trillada. Ver a gente de la talla de Christoph Walz Jennifer Connelly haciendo el egipcio es de traca.
Sus virtudes técnicas son innegables, pero la industria debería plantearse si la innovación en este apartado es suficiente para mantener un estilo de cine mainstream en mi opinión caduco.

ATERRADOS (Demián Rugna, 2017)

Producción argentina de terror que alberga en su interior una curiosa contradicción. La película, por un lado, trabaja muy bien la atmósfera a lo largo de todas sus subtramas, agarrándose a elementos clásicos del género gótico (los investigadores de lo paranormal mostrados como excesivamente científicos, rigurosos y de edad avanzada) para alcanzar momentos perturbadoramente siniestros (toda la escena del cadáver del niño es magistral en este sentido). Por otra parte, las concesiones al sobresalto efectista le restan inevitablemente algo de impacto al filme.
Pese a ello, el trabajo del director y guionista Demián Rugna merece que la película sea tomada en cuenta. Aterrados supone una agradable sorpresa y se convierte en una propuesta nada desdeñable para cualquier aficionado al género.

BORDER (Ali Abbasi, 2018)

Curiosa fábula nórdica de tintes oscuros dirigida por Ali Abbasi (Shelley, 2016). Tenemos en Border una propuesta que se apoya mucho en lo sensorial, y que apela al puro instinto como método para llegar a comprendernos mejor. Adaptando un relato de John Ajvide Lindqvist, la película recoge el tono de Déjame entrar (2010) —también basada en una novela del mismo autor— para adentrarse en otra mitología, que le sirve al director para hablar de temas como la soledad, la maternidad, el rechazo al diferente o la desconexión con la naturaleza. El ritmo lento no impide que la trama resulte interesante, e incluso que llegue a sorprender cuando se desvela el mcguffin. También es destacable el tremendo trabajo de caracterización de los protagonistas, en un diseño de personajes que ayuda a hacer crecer el misterio alrededor de la historia. Bastante recomendable.

DESTROYER (Karyn Kusama, 2018)

Karyn Kusama, directora de la intensa La invitación (2015), propone con Destroyer un thriller sobrio y muy bien armado, que se apoya en la presencia doble de una espléndida Nicole Kidman para ofrecer una potente historia. La trama de «Destroyer» se mueve sobre dos líneas temporales que se van alternando con gran fluidez durante todo el metraje. En ambas es patente cierto espíritu setentero que resulta muy agradecido a estas alturas, bien manejado por un guion coherente que sostiene la película dentro de una estructura circular.
Solo por la intensidad que transmiten un par de secuencias, y por la creíble transformación de Kidman, la película ya merece la pena. Si además el resto acompaña sin desmerecer, la recomendación es obligatoria.

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