ELI (Ciaran Foy, 2019)
Arriesgada propuesta de Netflix que juega la baza de un niño como protagonista y que cuenta con algunos elementos curiosos. Ciaran Foy, perpretador de Sinister 2, nos lanza en Eli una trama de niño con enfermedad rara (no puede entrar en contacto con el aire, ya que la piel se le quema) que es trasladado por sus padres a una aislada mansión donde trabajo una doctora especialista en curar ese tipo de afecciones.
Con la mansión, la película ya entra en una dicotomía extraña. Pero es el delirante giro final lo que despeña a Eli a un abismo insalvable. Digamos que la película apuesta por lo más temerario sin ningún tipo de reparo, en un autoatentado suicida que la hace volar por los aires. Aunque la impresión última es de absoluta tomadura de pelo, le concedo a Eli la valentía de ir a por todas y el exponerse abiertamente sin temor a las críticas. Solo por eso ya me cae simpática. Ahora bien, me resulta imposible recomendarla a nadie.
GOODNIGHT MOMMY (Veronika Franz, Severin Fiala, 2014)
HONEYMOON (Leigh Janiak, 2014)
Honeymoon es una producción independiente de bajo presupuesto en la que una pareja de recién casados acude a una cabaña en mitad de un paraje montañoso para pasar unos días de luna de miel. Aunque la premisa no es original, la trama logra sorprender al virar hacia un camino que no es el esperado. El desarrollo de la película lleva un ritmo tranquilo pero adecuado, logrando acentuar la lenta transformación de una situación idílica en un pequeño infierno personal. La química entre los actores protagonistas eleva la película por encima de la media, siendo especialmente destacable la naturalidad de Rose Leslie en su interpretación. Con una atmósfera densa que se va cargando a medida que avanza el metraje, Honeymoon puede satisfacer más de lo que parece al aficionado al terror.