Claro, capitán, se lo contaré de nuevo. Solo permítame beber otro sorbo de agua. Gracias. Allí estaba yo, solo, en la playa, cuando la vi. Fue deseo a primera vista. No había visto nada más hermoso en toda mi vida. Una sirena, bella como ninguna otra criatura, varada, atrapada junto a la orilla entre los restos del velero. ¡Y me sonreía! Corrí hacia ella, desesperado, y tan excitado estaba que no pude evitar caer en mis propias redes. Desde ese instante todo cambió. Hogueras en la playa a la luz de la luna. Esa sensación de satisfacción desde primera hora de la mañana. Esos atardeceres eternos, somnolientos, con la mirada perdida en el horizonte y una sonrisa en mi rostro. A ella se lo debo todo, capitán. Bien lo sabemos los dos. Yo me sentía vacío, me sentía morir todos los días allí, solo, en la playa. Ella me llenó como nada podría haberlo hecho en este islote pelado y solitario, sin rastro alguno de vida. Sin ella no sé cómo habría podido lograrlo. ¿Cómo hubiera podido sobrevivir tres semanas aquí, sin víveres de ningún tipo, hasta que ustedes llegaron con su barco y me rescataron?
Santiago Eximeno
Santiago Eximeno (Madrid, 1973) ha publicado novelas como «Alicia en el sótano» (Libros.com, 2015), libros de relatos como «De la carne» (Impresiones Privadas, 2019), «Lo grotesco» (Enkuadres, 2017) o «Umbría» (El Humo del Escritor, 2013), libros de ficción mínima como «Un escarabajo de siete patas rotas» (Amargord, 2013) y numerosos relatos en diferentes antologías y revistas.
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Carne de sirena, qué manjar exquisito….