Título: El NECROÑAMÑAMÑAM
Autor: Mike Slater
Ilustrador:Kurt Komoda
Editorial: Akal
Nº páginas: 208
Género: Manual de cocina lovecraftiana
Precio: 25€
¿Un tributo a Lovecraft? ¿Un volumen destinado a satisfacer al más friki de sus seguidores? ¿Un libro de cocina? Todo eso es lo que reúne el presente título, en el que, jugando desde el título El necroñamñamñam, ofrece un recetario que rinde un merecido tributo al genio de Providence.
LO HAS ENCONTRADO. Tienes en tus manos un manuscrito antiguo de locura apetitosa. ¿Deseas combinar una cocina deliciosa con el último horror cósmico? Bueno, puedes hacerlo, pero necesitas El necroñamñamñam como guía segura. Algún instinto te ha llevado aquí, a este libro, a buscar las oscuras verdades culinarias que hay en su interior, pues lo que horroriza al ojo puede deleitar al estómago. Desde el universo de los relatos de Lovecraft, jugando con las palabras, los autores Mike Slater y Thomas Roache han convocado 50 platos divertidos, extraños y horribles, para este libro de cocina, que contiene muchos secretos oscuros (pero sabrosos) en sus páginas, en el que descubrirás recetas ‒desde bebidas, aperitivos y guarniciones hasta platos principales, también para niños, y postres‒, tanto multiculturales como multidimensionales, maliciosas y deliciosas, para cocineros de todos los niveles de habilidad y cordura.
En palabras de los autores: “Lo que aterroriza al ojo, puede resultar delicioso al estómago”. En este libro descubrirás cincuenta recetas [de cócteles a postres, pasando por platos principales o preparaciones infantiles] multiculturales y multidimensionales, a un tiempo perversas y deliciosas, para cocineros de todos los niveles.
RITUAL
Hoy vamos con el más sorprendente y breve de los rituales, pues no ahondamos en una novela o ensayo u colección de relatos, no. Mucho peor. Tratamos con un manual de recetas, uno tan ominoso que muestra los nefandos ritos y legados culinarios de H.P. Lovecraft.
¿Interesada?
¿Interesado?
Lo primero que te llama la atención es el nombre, asociado, por supuesto, al infame Necronomicón; El NECROÑAMÑAMÑAM.
Una nomenclatura que obliga.
Después, la edición. La portada sugerente que despierta una sed horrenda. El troquelado y colores de la misma. El tamaño. La contra, que devela parte de los secretos albergados en su interior. El solo roce provoca un escalofrío de pavoroso placer, un orgasmo sensorial.
Tenemos que abrirlo, ojearlo, poseerlo.
La introducción, el índice y el prólogo con advertencias dejan bien claro que este manual no es digno de cualesquiera ojos o intenciones. ¡Lee atentamente!
Ese listado de contenido :
- Bebidas
- Aperitivos
- Sopas y ensaladas
- Platos principales
- Guarniciones
- Desayunos
- Recetas para niños (o con niños)
- Postres
Buf.
Anega mis sentidos.
Profundizo.
Las recetas e ilustraciones que las definen, que explican la composición holocaustica, seducen tanto como perturban, y aquí ya estarás al borde de la demencia más absoluta, porque te empapas de ellas; necesitas beber y comer y devorar. Fusionarte. Ser partícipe.
Desgranas ciego bajo esos ciclópeos dibujos las consecutivas prescripciones alcohólicas y culinarias de toda forma o fondo, que sabes te llevarán, de la mano del gusto y en su ingesta, al otro lado. A conocer dimensiones de sabor no euclidianas y prohibidas para la humanidad.
Pero resta el golpe final, aquello que convierte en verosímil este recetario, lo improbable: su trasvase a la realidad.
Sí.
Eres mío.
Eres suyo.
Porque te propone intercambiar esos ingredientes de otro cosmos y eón, criaturas, númenes, primigenios, sacrificios, por unos propios de nuestro tiempo, accesibles en casi cualquier supermercado de terror cotidiano. Cuantificados en grados y minutos terrestres. Al alcance de cualquiera capaz de perder la cordura en su elaboración, cocción y degustación.
Y lo que es peor. Puedes invitar a tu familia, a tus amigos o amigas, a tu pareja, a tus enemigos… Ofrendarles estos manjares blasfemos sin que comprendan qué es lo que se echan a la boca, lo que germinará en sus estómagos huecos, ahora nidos, crisálidas. Sorprendidos por las sinuosas formas y los colores imposibles, por un sabor subyugante hasta que no exista retorno, alcanzando la asunción tarde. Demasiado tarde…
Este es el NECROÑAMÑAMÑAM.
Te planeo un menú:
Desayunas El Muesli de Erich Zann
Un aperitivo de Continente Hundido de Mu
Regado con Martini removido No Hastur
Trapezoedro Gastronómico de entrante
De plato principal, Favor de los Antiguos al Curry con Acompañamiento que No Debe Ser Nombrado
Para los niños, Macarrones con queso Lovecraft
Y como postre, a elegir entre Natillas del Espacio Exterior o Montículos de Tíndalos.
¿Qué te parece?
¿Hambre?
¿Sed?
Lógico.
Para coleccionistas, cocineres, curiosos, acólitos, gente de buen paladar y mejor humor, este es vuestro tratado. Arte, contenido, continente, solución para mayores y pequeños.
Una, y nunca existió mejor palabro como definición, De-Li-Ca-Te-Ssen. ¡Compra innominable e incognoscible!
Pd: en verdad, y fuera de toda broma, merece la pena, y es tangible todo y cada plato, además de tener un nivel de diseño y dibujo ignoto.
Román Sanz Mouta
Redactor
2 comentarios
Siempre interesa lo que trae Mr. ROMÁN.
A cocinar terror ignoto…
Gracias,amigo!