Una boca sin dientes (Jorge Vargas Chavarría)

por José Luis Pascual

Título: Una boca sin dientes

Autor: Jorge Vargas Chavarría

Editorial: InLimbo

Nº de páginas: 112

Género: Relatos inquietantes

Precio: 13€

SINOPSIS

A lo largo de los doce relatos de Una boca sin dientes, Jorge Vargas Chavarría nos guía a través del horror del trauma, del miedo a lo desconocido y del camino, a veces tortuoso, del niño hacia el adulto. El terror adquiere aquí formas sibilantes: la casa del abuelo, un apocalipsis, cacerías humanas, mudanzas, una sombra bajo un columpio…

Lo inquietante —lo sabemos— es multiforme, y en los relatos de Vargas toma apariencia de cotidianidad, de lo secreto, de lo profundamente humano e hiriente porque lo fantástico es, a veces, tan real que nos sobrepasa.

RESEÑA

Algo tienen los libros de inLimbo que en esta casa nos atraen por un influjo indefinible. Una boca sin dientes añade una portada increíble, perturbadora, asquerosa a su manera, magnífica. Hay que decir, antes de comenzar, que este libro ganó el Premio Nacional Joaquín Gallegos Lara 2022, lo cual no es poca cosa. Además, tuve la suerte de asistir a una de las presentaciones del libro, y las palabras de Jorge Vargas Chavarría, el autor, ya me anticipaban el goce que iba a encontrar en estas historias supurantes, líquidas, dañinas.
Si me permiten, voy a agarrar las tenazas y empiezo a extraer las piezas.

Una boca sin dientes se divide en cuatro vértices. El primero, titulado Lugar de origen, tiene un inicio estremecedor en el que el terror cotidiano se vuelve insoportable. El cuento que da título al volumen es una obra maestra del horror sensorial, del trauma inmersivo y la distorsión más difícil de asumir. Prefiero ahorrar detalles de la trama, basta con decir que cuesta llegar al final por lo crudo, y lograr esa sensación en el lector ya es motivo suficiente para la adquisición de este libro y causa de envidia para los que gustamos de escribir oscuridades.

La pérdida definitiva de la infancia tiene algo de fabulesco, una suerte de viaje del héroe a través de parajes umbríos que no es capaz de reconocer. La maldad y la violencia quedan patentes bajo El silencio de Dios, esta vez de un modo mucho más sutil que en el anterior cuento. Una fiesta de cumpleaños de desenlace inimaginable es lo que utiliza el autor para contraponer una mirada infantil frente a la desilusión y la adultez, y para componer un horror que toca fibras muy profundas.

Pequeña entre los árboles es un microrrelato de nostalgia por una hija fallecida. Ya sabéis que aquí somos defensores del microrrelato como grito espontáneo. Jorge lo borda.

Cada mudanza es una revelación, se lo escuché al propio autor en la presentación del libro en Madrid y se lo leo en el cuento Mudanza, cuento con el que comienza el segundo tramo titulado Lejos de casa. La metáfora es certera en cuanto a la crítica social que esconde el texto y en la equiparación de un traslado de casa con el paso del tiempo, con la ganancia de años y experiencia, con la autorrealización. Tenemos aquí uno de esos relatos que, como las añoradas Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador, utiliza el elemento fantástico para retratar con tino una parte de nuestra sociedad y de nuestro papel individual en ella. Y eso, cuando se hace bien, siempre funciona.

En Vacaciones encontramos otro texto muy breve, de apenas dos páginas, donde se nos muestra la decadencia intelectual del individuo que sustituye lugares desconocidos por entretenimientos vacuos. Lo genial del relato está en la elección del foco.

Banquete se recrea en la ranciedad de la familia tradicional para aprovechar ese elemento y subvertirlo en algo mucho más peligroso. Al tiempo que se critica al estamento familiar, Jorge logra inquietar entre líneas desde el mismo inicio. Por algún motivo, sabes que algo no anda bien.

La volatilidad de los disfraces es un título perfecto para el tercer acto. Si bien Reina se escapa quizá del término «inquietante», no cabe duda de que la manera de narrar de Jorge Vargas explota aquí con una sensorialidad y tensión psicológica y sexual apabullantes. Hay algo en su prosa que me parece exquisito aquí, tanto como para convertirse en uno de mis cuentos favoritos del volumen.

Diciembre continúa asombrando. A base de cuatro postales, el autor llena la época navideña de la soledad más absoluta, de la incomprensión y la decepción que se apoderan de nosotros cuando las cosas no marchan bien. Y no marchan bien. De nuevo se esconde algo indefinible en la manera que tiene este autor de contar. Este díptico de cuentos (Reina y Diciembre) forma un corazón palpitante que, por sí solo, augura un brillante futuro en la literatura con mayúsculas a Jorge Vargas.

Hay mucha crudeza en Flashes, así como una denuncia clara contra la violencia de género. Resulta interesante ver cómo la narración opta por ser una cámara más, totalmente identificada con el espíritu del relato, para servir la historia con cierta frialdad pero sin perder un ápice de intensidad. Estremece y asusta por igual.

El último tramo, que se engloba bajo el título Se vestirá con cenizas el alba, nos avanza los peligros que transforman nuestro mundo cuando el miedo se apodera de nosotros. El mundo de afuera y Rabia nos invitan a despojarnos de la individualidad imperante para que no lleguemos al punto que los cuentos describen. Defenderse está bien, pero pensemos en el coste humano. ¿Es mejor ceder al miedo que buscar el bienestar?

En el broche que supone Los días felices, vamos de lo universal a lo diminuto, de la destrucción del mundo a la construcción de una historia de amor. El contraste funciona como todo el libro, primando el nivel literario y la metáfora sobre el efectismo.

Gran pensador de momentos tristes y miseria humana, Jorge Vargas Chavarría presenta en Una boca sin dientes un mundo lleno de intimidades confesables y gritos ante el horror cotidiano. Recomiendo especialmente el primer relato y el díptico Reina-Diciembre, cuentos memorables por distintos motivos pero siempre vertebrados por una sensorialidad asombrosa. El resto también está a la altura. Una vez más, el olfato de inLimbo demuestra ser infalible. Sobresaliente.

2 comentarios

Vicente julio 21, 2023 - 10:49 am

Buena pinta tiene el libro y sus distintas fases de terror.

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Daniel Aragonés julio 21, 2023 - 11:03 am

Atractivo. Tiene muy buena pinta. Algo especial.
Buena reseña.

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