Título: La zorra
Autora: Bora Chung
Traducción: Cammy Cho, Yoonhee Kim
Editorial: Alpha Decay
Nº de páginas: 160
Género: Narrativa contemporánea
Precio: 17,50 €
SINOPSIS
En la obra de Bora Chung, lo cotidiano y lo sobrenatural se entrelazan para representar la ansiedad y los terrores que subyacen en la vida contemporánea. El original e inclasificable imaginario de la autora bebe en gran parte de las leyendas tradicionales de Corea reinterpretadas desde una perspectiva actual, como se aprecia en muchos relatos de la antología Conejo maldito, a medio camino entre el realismo mágico y la literatura del absurdo. En La zorra, su primera novela, la trama se sitúa en el corazón de la leyenda del zorro de nueve colas o gumiho, una criatura con múltiples rostros y vidas que seduce a los hombres para terminar matándolos y devorando su hígado. Kijun, un instructor de academia, conoce en un autobús nocturno a Jieun, una zorra de nueve colas que ha adoptado la apariencia de una hermosa mujer. Kijun no tarda en enamorarse perdidamente de ella, ciego a los extraños sucesos que empiezan a producirse a su alrededor. Pero cuando fuerzas desconocidas amenazan su relación y se desvela la verdadera identidad de la zorra, Kijun se ve obligado a cuestionar la naturaleza de su amor y a replantearse la vida tal y como la había entendido hasta entonces.
RESEÑA
Leo en mi propia reseña de Conejo maldito que Bora Chung atesora «un microcosmos especial, delicado y de tono clásico aunque sin perder cierta concepción retorcida del cuento de terror». Tal aseveración puede aplicarse, palabra por palabra, a La zorra, novela corta que acaba de publicar Alpha Decay y con la que la editorial vuelve a poner el foco en la autora coreana (esta es en realidad su primera novela), así como en el lado siniestro de la literatura.
La querencia por el folclore y la mitología coreanos da sentido a la obra, ya que La zorra es una reinterpretación, en muchas de sus páginas, del mito del gumiho, leyenda de la antigua Corea que se caracteriza por presentar una figura que adopta la forma de un zorro de nueve colas. A partir de un extraño episodio en un autobús, que culmina con un accidente, Bora Chung elabora una historia que mezcla el romance apasionado con el fantástico más canónico. El resultado es una agradecida novelette que rezuma clasicismo y elegancia en su forma.
La escritora juega a mezclar distintos aspectos con gran habilidad. Por una parte, tira de esa riqueza asiática a la hora de entender el más allá y la une con elementos cotidianos que, gracias a una notas al final de la novela, descubrimos que forman parte de la historia personal de la propia Chung. Por otro lado, el componente romántico con que se inicia la obra va poco a poco transformándose en algo más cercano a esa obsesión irracional tan propia de cuentos y leyendas antiguos, en un viaje que transita por realidades e irrealidades tan tangibles como etéreas.
Estilísticamente, y pese a la brevedad de la obra, Chung opta por un curioso cambio de narrador. Dividida en tres partes, contamos con un narrador en tercera persona (muy pegado al personaje, eso sí) durante el primer tramo, mientras que la segunda y tercera partes están narradas en primera persona. Bajo mi punto de vista, es un trasvase algo innecesario que resulta chocante. Durante las notas finales, la autora defiende y razona este recurso, pero sus explicaciones no acaban de convencerme. Dicho esto, tampoco es un efecto que dificulte la lectura en modo alguno.
Lo mejor de La zorra es la sutil distorsión que experimentamos en varios fragmentos, y que corresponden con la parte onírica y sobrenatural. Ahí podemos entrever de manera difusa a Kafka. Si lo pensamos, la naturalización de lo absurdo de Kafka está muy integrada por parte del carácter asiático desde siempre, por lo que su asociación es tan orgánica como disfrutable en la ficción. Si bien resulta una obra ligera, satisfará a los amantes de la hibridación entre la mitología clásica y la modernidad, lo cual suele funcionar por estimulante.

José Luis Pascual
Administrador
1 comentar
En «Invisible», Paul Auster opta por Un cambio de narrador, también dividido en tres partes. La maestría con la que termina el libro es maravillosa. En esta ocasión la novela que reseñas no me llama la atención. Creo que a esta autora le falta un crunch final. Muy buen crítica, eso sí.