THE RITUAL (David Bruckner, 2017)

por José Luis Pascual

El cine de terror actual viene moviéndose en base a unos parámetros determinados, y de su utilización depende la redondez o no de la película de turno. Uno de los elementos que ilustra esto con más claridad, y que suele dividir a las películas del género en dos grandes grupos es la explicitud, y no me estoy refirendo a mostrar escenas truculentas. Lo que quiero decir es que el terror se fundamenta en la presentación de una amenaza, y dicha presentación puede ser explícita o sugerida. Multitud de películas modernas se apoyan en la literalidad más absoluta y en enseñar esa amenaza de la manera más obvia y clara a ojos del espectador (ya sea un monstruo sobrenatural, un asesino serial o un tiburón impenitente). Es este un terror visual, que intenta generar espanto en su público a base de ponerle la amenaza delante, y que suele ayudarse de sustos fáciles y sobresaltos inesperados. Habitualmente lo encontramos en películas mainstream y generalistas que cuentan con presupuestos holgados.
En la otra punta del espectro, encontramos un buen puñado de producciones que prefieren un modo mucho más sutil de causar inquietud, buscando cauces mucho menos evidentes y más debatibles para ello. Suelen ser películas que ahondan en el aspecto psicológico y que se nutren de atmósferas densas con las que envuelven al espectador, siendo además mucho más austeras en cuanto a efectismos. Normalmente nos encontramos con estas propuestas en cintas modestas, a menudo de estudios independientes, y que focalizan su atención en un público mucho más especializado.

Todo esto viene a cuenta del reciente estreno en Netflix de The Ritual, cinta que había provocado ciertas expectativas entre los aficionados. Dirigida por David Bruckner (VHS, Southbound, Siren), «The Ritual» nos cuenta la travesía de cuatro amigos por unos impresionantes parajes boscosos de Suecia, reunidos para estas vacaciones con el fin de homenajear a otro amigo que falleció recientemente. El bosque les va a ofrecer algo más que unas inolvidables vistas, algo maligno que se esconde en su interior y que les acosará.

La película de Bruckner se podría englobar en el segundo grupo del que hablé más arriba, sin duda el más satisfactorio para un servidor. Y es que la mayor parte del metraje de «The Ritual» consigue crear una ambientación estremecedora, de las que te mantiene en tensión y te acongoja con algunos de sus virajes. El abrumador decorado natural ayuda, por supuesto, pero el director pone su foco en la psique de los personajes, sobre todo en uno de ellos, para que todo resulte mucho más perturbador. El guion adapta la novela de Adam Nevill, y en la película (no he leído el libro, pero supongo que pasará igual) hurga en el sentimiento de culpa del personaje principal para añadir el poso psicológico que necesita una historia de este tipo. En este sentido, creo que la película cumple sobradamente, ya que nos presenta una amenaza exterior y otra interior dentro de una puesta en escena bastante acertada. Además, como es de recibo en el subgénero de “tipos perdidos en un bosque”, encontraremos los consabidos conflictos personales entre los amigos para añadir más tensión.
No hay nada que decir en contra de los actores, el cuarteto protagonista cumple su cometido con solvencia y sin estridencias, destacando sobre todo un sobrio Rafe Spall y un sufrido Sam Troughton.

Hasta aquí todo bien. Pero el problema con el que me he encontrado en «The Ritual» está en su tramo de desenlace. Y es que en esa parte decisiva, la literalidad de la que hablaba antes cobra mucha fuerza, dando demasiado protagonismo a la hasta entonces misteriosa entidad que acosaba a los excursionistas. Se abandona un poco esa atmósfera tan bien construida en favor del terror visual, cosa que tampoco queda excesivamente mal pero que, para mi gusto, lastra ligeramente el conjunto. Hubiese preferido un desenlace algo más abierto, más escondido, más enrevesado incluso. Pero, como digo, todo es cuestión de gustos.

En conclusión, creo que «The Ritual» es bastante notable en su intención de ofrecer un terror psicológico puro apoyándose en una atmósfera bastante inquietante, y que nos regala momentos verdaderamente tensos y muy bien construidos. Cierto es que su desarrollo no es excesivamente sorpresivo y que su desenlace me falla ligeramente, pero bien podemos estar ante una de las más potentes propuestas en cuanto a cine de miedo en este 2018.

2 comentarios

Hemos Visto febrero 13, 2018 - 2:17 pm

La gente de Netflix últimamente están que se salen. Buenas series, buenas historias innovadora y buena calidad. Una de las mejores cadenas, sin lugar a dudas. Anoto la suggerencia. Muchas gracias.HemosVisto!

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José Luis Pascual febrero 13, 2018 - 3:38 pm

Gracias a tí! Les falta un poco de \”fondo de armario\” en cuanto a cine de terror, pero con películas como esta empiezan a ganar puntos.Un saludo!

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