Audiorrelato: La penúltima frontera (Román Sanz Mouta)

por José Luis Pascual

Debido al ritmo semanal de publicación de relatos que llevamos, desde hace un tiempo surgió un pequeño debate entre los miembros del Monolito. De esas charlas nació la propuesta de crear un podcast que sirviera como contenedor de relatos y en el que darles una vida diferente. Así, os presentamos hoy el podcast de audiorrelatos de Dentro del Monolito, con el que pretendemos llevar algunos textos a otro nivel, esperando que alcancen a un mayor sector de público.

En plena semana de Halloween, hemos decidido comenzar con una historia algo más larga de lo habitual, pero que estamos seguros de que impactará a quien se sumerja en ella. La penúltima frontera es el particular homenaje de nuestro compañero Román Sanz Mouta al universo de The Ring. ¿Os atreveis a escucharlo? No os va a dejar indiferente.

Podéis escuchar La penúltima frontera aquí, o leer el relato completo a continuación:

LA PENÚLTIMA FRONTERA (Román Sanz Mouta)

Las siguientes cintas grabadas fueron descubiertas en el desván del científico Edgar Carrasco, tras su inesperada desaparición. Supuestamente, se trataría de su propia voz; así lo han atestiguado los varios testigos interrogados al respecto. Son transcripciones literales de su investigación actual, aunque, por desgracia, no están todas. 

 

Nota de audio número 13. Proyecto VHS. Martes 6 de junio del año 2017, a las 18:45 horas.

Bueno, la intensa búsqueda, sobre la que estoy dejando constancia auditiva para ser exacto con los acontecimientos, ha dado sus frutos. Estoy orgulloso de mí. Y me encantará escuchármelo decir en el futuro. Ja, ja, ja, ja, ja, ja.

Acabo de llegar a casa con el tesoro tras un largo viaje. Tengo la cinta de The Ring. La original. En «VHS». No una copia de la película japonesa o sus plagios americanos. No una falsificación o un «fake» de internet. No. La cinta que provocó varias muertes. Por su visionado. La historia era, ¿es o era? Es. Sí. Cuento su leyenda por si algún oyente no la conoce:

Te llega la cinta por algún medio; la encuentras, te la envían, alguien la comparte contigo y te la hace ver. No importa. Eres impactado por una psicodélica sucesión de imágenes perturbadoras en apenas unos segundos. Dicen que cada cual ve unas diferentes, personalizadas, dependiendo de los miedos propios, y sin dar tiempo a detener el visionado. Otras aparecen en común: una mujer de largo pelo negro peinándose frente a un pequeño espejo ovalado de pared; una niña que no muestra su cara, y un pozo en un bosque. Cuando acaba, recibes una llamada telefónica y te comunican que tu vida acabará en siete (7) días. Hasta aquí el mito ya conocido.

Pues tengo esa cinta, la inspiradora de la saga cinematográfica, la maldición en su estado físico latente. Ya conté todo el proceso para conseguirla en las notas anteriores. Ahora está en mis manos. Y, por supuesto, dispongo de un reproductor VHS conectado a la televisión más grande que he podido conseguir. Y ahora dudo, quizá por eso lo grabo en voz alta, aparte de querer registrar el experimento para la posteridad.

¿Verla, o no verla?

Tentador. Aún es de día. No corresponde.

 

Nota de audio número 15. Proyecto VHS. Martes 6 de junio del año 2017, a las 23:45 horas.

Llegó la noche. Me he quedado sin la excusa principal… Ja, ja, ja, ja, ja, ja.  Vale. Reconozco que tengo respeto, inquietud al menos. Sé que no pasará nada, no es más que una leyenda urbana. Aunque tiene un historial preocupante. Entrevisté personalmente a testigos y personas cercanas a la época en que irrumpió la cinta. No pude averiguar el motivo, ni quién la creo, por qué o cómo. Esto no es una jodida película. Pero sí seguí la pista de los familiares de quienes afirmaban que habían muerto al entrar en contacto con la misma. Dieciocho (18) personas en total durante el plazo de un año. Y la cosa desapareció. Se detuvo, por decirlo de alguna manera. De los dieciocho (18), confirmé que seis (6) murieron por otras causas y se los añadió a la lista de la maldición para ganar repercusión. Quién sabe por qué, asumo cosas de la prensa. Uno (1) se suicidó antes de llegar al séptimo día. Los otros once (11) son casos confirmados de muerte por cara desencajada. Porque eso me sucederá. Vendrá el más grande y temible de los horrores, mi mente no podrá procesarlo, y moriré de miedo con el rostro deformado en una mueca espantosa de terror.

Esa espera… Lo peor debe ser la espera. Desquiciante.

Pero no la veré hoy. Quiero tener la mente limpia, preparada. Aún estoy cansado del viaje. Necesito recuperar ánimos y energías. Mañana será la noche. Prometido.

 

Nota de audio número 18. Proyecto VHS. Jueves 8 de junio del año 2017, a las 22:29 horas.

Hola, maravillosos oyentes. Sé que este es el sexto día que me aguantáis con explicaciones y teorías sobre la cinta y su historia y sus consecuencias. Seis (6) días de escaqueo, excusas o fugas. Soy sincero si digo que, cuanto más pasa la cinta aquí sin ser usada, más miedo tengo. No puedo dejar de pensar en ella, soñar con ella, con sus imágenes, con toda la publicidad de los cines. Con la nueva versión, curiosa sincronía. Meto la cinta en el video, pero soy incapaz de darle al play. Me quedo paralizado. Cierro los ojos y veo a través de los párpados. Intuyo todo lo que vendrá. Y me alejo, cada vez más despavorido. Como ahora mismo.

Lo siento. Aún no estoy preparado para enfrentarme al seguro terror que voy a encontrar. Crea o no en ello.

 

Nota de audio número 19. Proyecto VHS. Jueves 8 de junio del año 2017 a las 23:45 horas.

No funciona. He probado y no funciona. No reproduce. O no es compatible, o no es capaz de leerlo. Con lo que me ha costado reunir el valor. Ponerme delante del pantallón. Apretar el botón. Sudar frío. Mucho. Estoy revisando el maldito aparato. Mirando los rodamientos. Pienso tenerlo arreglado mañana o comprar otro. Ahora es todavía más personal.

 

Nota de audio número 20. Proyecto VHS. Viernes, 9 de junio a las 23:59 horas.

Escucho muchos ruidos y veo sombras que no estaban antes en esta casa… Sugestión de mi mente, seguro. Todavía no he conseguido hacer funcionar el maldito aparato.

 

Nota de audio número 23. Proyecto VHS. Viernes 9 de junio a las 9:06 de la mañana.

He tenido una pesadilla horrible. El vídeo me tragaba. Me reproducía luego como si exprimiese todos los recuerdos, vivencias e imaginaciones que tengo dentro. Escena a escena. Para acabar siendo un monstruo resultado de todos mis actos. Convertirme en blanco y negro. Y salir de la pantalla para matar a todos y cada uno de los espectadores en sus casas. No podía controlarme. Era manejado como un títere, por hilos invisibles. Salir. Matar. Entrar. Seguir. Tengo que escapar. Alejarme de la cinta.

Empiezo a pensar que este proyecto es un error. Que ya estoy experimentando sus efectos. ¿Y si el visionado no es el detonante? Me preocupa mi creciente obsesión…

 

Nota de audio número 27, proyecto VHS. Viernes, 9 de junio a las 17:06 de la tarde.

He conseguido otro reproductor. Lo hemos probado en la casa del «freak» que me lo ha vendido. Tenía unos pocos más, y cientos de videos caseros en esta su caverna fuera del tiempo. Hay gente para todo. Me ha venido bien el día al aire libre. Llevaba demasiado tiempo pensando en si sí o si no. Este no soy yo. Lo pienso ver. Hoy mismo. Esta noche. Me estoy sugestionando demasiado por nada. Tampoco quiero apelar al lado racional. Solo reaccionar ante lo que pase. Nada me gustaría más que ser partícipe de un fenómeno paranormal. Sin muerte, a ser posible. No pasará de hoy.

 

Nota de audio número 30. Proyecto VHS. Aún viernes, 9 de junio a las 21:06 de la noche.

A quienes sean oyentes de estas grabaciones, he dejado el escenario preparado. Todo funciona. Una copa, un cigarro tramposo bajo la luna. Y a ello.

 

Nota de audio número 31. Proyecto VHS. Viernes 9 de junio a las 21:09 de la noche. 

Tengo una penúltima incertidumbre: si la veo, que la voy a ver, no pienso esperar siete (7) días a que haga efecto.

 

Nota de audio número 33. Proyecto VHS. El más largo viernes, 9 de junio a las 22:54 de la noche.

Seré fiel a como creo es el espíritu original. La voy a ver sentado en el suelo, pegado a la tele, para recibir el mayor impacto posible. Estoy emocionado, alterado, lleno de adrenalina. ¿Qué puede pasar?

Ojalá estuvieseis aquí, mi público invisible.

 

Nota de audio número 34. Proyecto VHS. Viernes 9 de junio a las 23:09 horas.

Esto no está bien. Las formas, los colores, los ángulos. Cada mierda que ha salido proyectada está torcida y jodida. Son dimensiones diferentes, planos paralelos. Ha despertado terrores dormidos en mi mente, partes desconocidas. Que susurran y hacen eco. Que reverberan dentro de mi cabeza. Me siento poliédrico, multipolar. Desquiciado. Reniego de lo visto. La cámara no puede acercarse al pozo a tal velocidad. Es improbable. Esa cosa salida del agujero, del foso, no es una criatura conocida por la más grande o peor de las fantasías. Mi imaginación la niega y reniega de ella. Quiero rajarme las pupilas y arrancarme la memoria cuando la recuerdo. Cuando me mira y embauca mis ojos, los atrae a los suyos, muchos, demasiados. Cuando me habla y se acerca a eones de distancia. Y aun así, casi me toca. Sus palabras se han tatuado en mi pensamiento. Grabado a sangre. Estoy trastornado. Loco. Necesito salir. Ver humanidad. Hablar. Reír. Gritar. No contar. Nunca.

No quiero hablar. No quiero pensar. Quiero apagarme. Las pastillas me ayudarán. El alcohol. La noche…

Ha sido un error.

 

Nota de audio número 36. Proyecto VHS. Sábado 10 de junio, a las 6:09 de la mañana.

No os puedo contar de dónde vengo y qué he hecho, amigos míos. Es un secreto. Y tampoco se lo digáis a él. A Ella. A mí. Sssssshhhhhh….

 

Nota de audio número 39. Proyecto VHS. Sábado 10 de junio a las 13:13 del mediodía.

Despierto. Las pesadillas se han reducido en este último tramo. Los fragmentos anteriores fueron terribles. Sé que los anoté, pero no entiendo mi letra. Hay papeles desgarrados por el suelo, pintura indescifrable en las paredes, símbolos arcaicos de lenguajes perdidos… No los quiero para mí. Ni saber qué hice ayer. No puedo recordar y no lo fuerzo. Los dolores pueden predecirlo; los arañazos, las heridas, la sangre en la cama. Por orificios incorrectos. Evito los espejos y me visto para taparme y esconderme de mí. Pero eso me persigue… No calla… No se va… Esta dentro de mi mente. Quiere influirme. Siento cómo se mueve por mi cabeza…

¡Fuera!

¡FUERA!

 

Nota de audio número 42. Proyecto VHS. Sábado 10 de junio a las 20:38 de la noche.

Levo todo el día escondido. Del mundo. De mí mismo. De cualquier pantalla, espejo o cristal que pueda producir reflejo. No quiero ver. No quiero mirarme. Por lo que hay detrás de mí, dentro, en el resquicio de la vista, posterior a mis pupilas. Que late. Que crece. Se pliega y se expande. El teléfono no ha dejado de sonar. Y he tenido visitas varias sin atreverme a abrir la puerta. Sé que todo está relacionado con ese lapso perdido de anoche. Tras ver la cinta y salir a la calle. ¿Qué me pasó? ¿Qué he hecho?

 

Nota de audio número 45. Proyecto VHS. Domingo 11 de junio a las 00:19 de la madrugada.

Lo siento. Lo siento mucho. Perdóname. ¿Te he hecho daño? A ti no. ¡A TI NO!

¿Estás bien?

¡Dime que estás bien!

Por favor. Dime que estas bien…

 

Nota de audio número 46. Proyecto VHS. Domingo 11 de junio a las 3 de la madrugada.

He despertado de una bruma inconsciente en medio del salón. Frente a la televisión, volviendo a ver la cinta de nuevo. Justo en su final. Para repetirse en bucle. La pantalla está llena de sangre y fluidos. Golpeada, combada. Como si algo hubiese salido con sufrimiento, tras un parto. Como si algo, yo, hubiese querido entrar… Y sigo con las reproducciones, atento a cada detalle. No puedo dejar de mirar… ¿Qué es eso que aparece al fondo, arriba…? ¿Quién es…? ¿Por qué se me parece…?

 

Nota de audio número 47. Proyecto VHS. Domingo 11 de junio a las 3:45 de la madrugada.

He interrumpido la desquiciante sesión. No sé si despierto o sonámbulo. No puedo más. Mis ojos colapsan. Mi cabeza explota. Quiero sacar todas esas imagines intrusas de ella una a una, abrirla y extraerlas, aplastar sus insidiosos mensajes. No para. No se detiene. Usa mi nombre. Mi pasado. Me tienta. Me fragmenta. No estoy desquiciado ni paranoico. No todavía, no del todo. Hay esperanza. ¡Tiene que haberla!

Estudio cómo destruir la maldición, pero no encuentro nada…

 

Nota de audio número 49. Proyecto VHS. Domingo 11 de junio a las 4:09 de la madrugada.

Estoy viendo videos que me han enviado. Donde soy el protagonista. Haciendo daño. Reviento antes de pasar a mayores. No quiero pruebas. No quiero saber. Ya me explico muchas de mis heridas…

¿Qué es verdad y qué es mentira?

 

Nota de audio número 50. Proyecto VHS. Interminable domingo 11 de junio a las 4:16 de la madrugada.

No quiero ser su caparazón.

Su servidor.

Pero no puedo matarme.

Lo he intentado de mil formas.

Si me estáis oyendo, que alguien me ayude…

 

Nota de audio número 51. Proyecto VHS. Domingo 11 de junio a las 4:18 de la madrugada.

He horadado en partes blandas y duras de mi organismo para extirpar esa memoria, esa imagen. Cómo ve y quiere las cosas. Cómo las deforma. Lo veo en todo cuanto miro. Lo siento hurgando y royendo dentro. Imponiéndome su visión macabra. Arrastrándome.

Tengo que arrancármelo…

Si lo extraigo, seré libre otra vez.

No puede doler más…

 

Nota de audio número 53. Proyecto VHS. Todavía domingo 11 de junio, creo, a las 8:33 de la mañana.

No debería. Pero es más importante ahora que nunca seguir grabando. Que haya pruebas. Que otros puedan evitarlo. Salvarse. Quizá destruirlo. Que no repitan mis errores ni estupidez.

Eso ha llegado. Está aquí físicamente. Su entidad completa. Se desliza, repta, camina invertido y atravesando obstáculos. Rezuma.

¿Estoy despierto?

¿Sigo vivo?

Estamos jugando al escondite. No sé si somos amigos. No conozco las reglas. Me hago pequeño y me oculto lo mejor que puedo. Estoy encerrado entre dos fronteras. La criatura improbable aquí dentro, cerca, casi encima. La policía fuera, con sus gritos y sirenas, que va a entrar. No puedo escapar. No quiero que Eso los mate. Tengo miedo. ¡TENGO MUCHO MIEDO!

Y solo es el tercer día de los siete. ¿Cómo lo hicieron los demás? ¿Cómo vivieron y cómo murieron?

Joder. Me ha oído. ¡CORRE!

 

Nota de audio número 59. Proyecto VHS. Domingo final, 11 de junio del 2017, a las 8:36 de la mañana.

Están dentro. Se han cruzado con Eso. Que casi me coge y gana el juego. Se ha quedado con partes de mí igual que ahora atesora partes de los invasores. Estoy arrinconado. Se acabó. Una última opción. El portal. Sí. Eso está aquí afuera, yo… puede que me salve dentro. Salto a la pantalla… Adiós. Lo siento.

 

Nota de audio número 61. Proyecto VHS. Domingo final, 11 de junio del 2017, a las 9:43 de la mañana.

Ella me quiere.

Ella me quiere.

Todos me quieren.

Pero ella me quiere…

 

Nota de audio número 63. Proyecto VHS. No sé qué tiempo… No sé qué lugar…

Hola, amigos y amigas. Esta es mi última grabación. Me ha pasado algo malo. Aunque no tan malo. He muerto. Pero estoy dentro del círculo. No somos muchos. Vendrán más. Porque, lo mejor, es que ahora funciona también escuchando estas notas de voz; leyendo las transcripciones. Por el boca a oído. Tenéis siete (7) días. ¿No está sonando el teléfono…? ¿No lo sentís dentro? Yo lo estoy escuchando ahora mismo. Aunque no lo cojas, vamos a por ti.

 

El resto de las notas de audio no han sido encontradas o estaban en un estado irrecuperable. Edgar sigue desaparecido.

 ¿FIN?

Román Sanz Mouta

Autor nómada y amante de la metamorfosis. Traspasa con sus historias los límites trasgrediendo en cada género, dando libertad a todo un estilo y simbología propias que hacen protagonista al lector con importantes tendencias lovecraftianas e inmersivas. Colabora en su multiplicidad dispersa para los relatos con varias webs, antologías, revistas y editoriales. Es autor de las novelas «Intrusión», «De gigantes y hombres» y «Benceno en la piel».

2 comentarios

José Ottoniel diciembre 7, 2020 - 11:55 pm

Debido a que me restan 7 días de vida, solo me queda decir… delirante y exquisito. La he visto adentrarse a los resquicios de mi mente a través de cada cinta. Mouta no deja de sorprenderme.

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José Luis Pascual diciembre 9, 2020 - 5:25 pm

¡Espero que aún te sorprenda antes de que acaben esos 7 días! xD
Muchas gracias por tu comentario, José.

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