Brujería romaní: curiosidades y rituales

por José Luis Pascual

El post de hoy forma parte del Blog Tour con motivo del lanzamiento de la novela La bruja de Biertan, una historia de fantasía oscura con gran inspiración en la brujería romaní, una gran desconocida en la que ahondaremos un poco más, así que entremos en materia.

Las artes ocultas siempre han sido una fuente de inspiración para el ser humano, tanto en el plano artístico y la ficción como entrelazado con la tradición religiosa. Para hablar del tema que nos ocupa hoy, tenemos que echar la vista atrás unos cuantos siglos, hasta aquellos tiempos en los que nuestros antepasados adoraban los elementos, el sol, la luna y la naturaleza.

Nuestro pasado es pagano y gran parte de los rituales que aún seguimos llevando a cabo casi empujados por la inercia también lo son. La brujería, ahora asociada al Diablo y a prácticas impuras, no siempre tuvo que ver con las religiones monoteístas que conocemos en Occidente. Hubo un tiempo en que la deidad se percibía como la misma encarnación de los misterios de la naturaleza y al brujo o bruja como el intercesor entre ella y el resto de los mortales. En este grupo de creencias, encontramos la brujería romaní o gitana.

Ya el nombre adjudicado a la bruja de la comunidad nos da una pista de la perspectiva desde la que se comprende este concepto. La shuvani o «mujer sabia» debía seguir cuatro preceptos establecidos: deseo, concentración, paciencia y actuar en secreto a la hora de practicar su «magia». Las propiedades de las hierbas eran sumamente apreciadas y eran mujeres con el don de la adivinación, muy aficionadas a leer la mano y otro tipo de objetos como las cartas. Pero lo más interesante es quizás la asociación universal entre brujería y el Mal, la herejía con mayúsculas, que en esta tradición romaní representa una línea borrosa, ya que por un lado temían a los espíritus y por otro eran aficionados a elaborar maldiciones, además de ganarse fama por sus filtros de amor.

Supersticiones, hechizos, filtros y adivinación son una larga tradición que aún hoy se mantiene en ciertos pueblos romaníes de la geografía mundial, en especial en Rumanía, donde las brujas gitanas son sumamente respetadas. Algunos de sus amuletos y rituales más conocidos son la asociación de propiedades de buena fortuna a las hojas de romero, que además según la tradición protegen de malas energías, y los putsi gitanos, una especie de bolsitas que contienen ingredientes como pétalos de rosas, un anillo de boda (de su madre o abuela), un guisante, dos dientes de ajo, una moneda de oro o plata, raíz de lirio y un trocito de carbón, también indicado para la buena suerte.

Uno de sus rituales más importantes y populares son los asociados al soslticio de verano, punto clave dentro del calendario para cualquier cultura ancestral, en el que todos los poderes de las shuvani se ven intensificados. Si quieres prepararte el próximo solsticio como una verdadera bruja, no olvides bañarte en sal y salir a recoger flores de temporada (la hierba de San Juan es la predilecta). Medita bajo la luz la luna y quema un deseo en el fuego, pero debo advertírtelo: cuidado con lo deseas, en esos días los espíritus escuchan.

Con este pasado tan interesante, es curioso que no se haya explotado más en la ficción la tradición de la hechicería romaní—Cervantes ya mencionó algo en La Gitanilla («Dicen que son hechiceras / todas las de tu nación»)—, sin embargo, es complicado encontrar personajes o tramas relacionados. La mayoría de los textos que se pueden consultar son grimorios dedicados a antiguos rituales y hechizos, y el cine tampoco les ha prestado demasiada atención. Por si acaso a ti te ha picado la curiosidad, aquí te dejo una lista de lecturas.

Libros sobre brujería gitana y cultura romaní

Diario de una Bruja, Sybil Leek.

Magia gitana: Hechizos, hierbas, interpretación de sueños y lecturas de futuro de la tradición romaní, Patrinella Cooper.

La Inquisición y los gitanos, María Helena Sánchez Ortega.

Zigeunermärchen, Philomena Franz (sin traducción al español).

Tsigan: El Poema Gitano, Cecilia Woloch.

El País Perdido, Luminiţa Mihai Cioabă.

Y si te animas a adentrarte en una historia de fantasía oscura inspirada en esta fascinante cultura, te invito a seguir el resto de actividades organizadas durante el Blog Tour de La bruja de Biertan.

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