Cuentos para leer en el váter (VVAA)

por José Luis Pascual

Título: Cuentos para leer en el váter

Autor: Varios autores

Editorial: Autopublicado (coordinado por Francisco Santos Muñoz Rico)

Nº de páginas: 130

Género: Antología multitemática

Precio: 6,50€

La acción de ir al baño es la gran olvidada de la ficción. Recuerden el escándalo que provocó la simple aparición de un inodoro en la Psicosis del travieso maestro Hitchcock. Y poco ha mejorado la cosa. Es como si algo tan natural, tan inherente al común de los mortales, fuese un ritual prohibido del que no conviene hablar. Pues bien, aquí llega otro maestro, de nombre Francisco Santos Muñoz Rico, para formar un generoso equipo de escritores que, sin miramiento alguno, han dedicado su pluma a escribir con la sana intención de hacer más llevadera la tediosa pero reconfortante tarea de sentarse sobre la fría porcelana blanca y dejar que el cuerpo hable. 

Cuentos para leer en el váter recopila historias de todo tipo que, en todo caso, podrían dividirse en dos categorías: relatos que transcurren en el excusado y cuentos de temática libre. Aunque la premisa consiste en ofrecer textos que puedan leerse en una visita al retrete, buena parte de estos relatos transcurre en el propio váter, en ese cubículo blanco e impoluto de nuestros hogares que nos empeñamos en mancillar. Otros no, otros solo pretenden llevar la inmundicia y la sorpresa a nuestros minutillos de soltar lastre.

Esta reseña habla de todos y cada uno de los textos incluidos en la antología. Como siempre, cuidamos que no haya spoilers, pero si el lector prefiere leer las líneas dedicadas a cada relato después de leer el libro, puede pasar directamente a la valoración final.

* * *

Tengo el inmenso honor de que un cuento mío abra el volumen. De pretencioso título y violento desarrollo, ¿Te acuerdas del Aqueronte? fue creado ex profeso para la antología tras la llamada de Franky. Solo diré que se enmarca en una escena y que contiene mucho del estilo que caracteriza mi escritura, al menos en este momento de mi vida. Espero que os guste.

Con Coprofagia, Vicente Ortiz sigue por la misma senda, apurando sus frases al máximo para que entremos de sopetón en la mente de un personaje que tiene cierto fetiche. La sensación de amenaza conseguida es brutal, me parece un texto perfectamente medido y cerrado. Prodíguese usted más, señor Ortiz.

Ella es Lorena Escobar, y ya deberíais tener su nombre apuntado. ¿Por qué? Por lo mismo que desprende este relato, una tormenta de insatisfacción, ira y sexo. Torrentes salvajes en el reflejo de un cristal, poesía sucia lloviendo sobre el asfalto. Impacta.

Algún microrrelato adorna el volumen, como el pequeño chiste de Cecilio Gamaza, que retrata una situación que todos habremos sufrido sin desearlo. Maldito Murphy. 
O el metasalvajismo de Rashan Al-lal, que en unas pocas líneas nos pone las tripas del revés y a la vez nos hace pensar. Muy meritorio.
O el Poe fundido con la modernidad en La llegada de Rodrigo Martínez Puerta, con todo el gótico puesto al servicio de un cuento de fantasmas disimulado.

Mar Campos confiesa: ¡Soy una bombilla! Es una confesión deslavazada en el buen sentido, tan solo una manera de preguntarse por qué nadie se fija en ella pese a su inédito resplandor. Me gusta el tono, y me encantaría que fuese un texto más largo.

Cada vez que veo el nombre de Daniel Aragonés encabezando un texto sé que me enfrento a algo bueno. En realidad, aquí es el cuento el que se enfrenta a mí; o a ti, incauto lector. Daniel se pone escatológico por una buena causa, para ayudarte y aliviarte. Consigue hacerte reír, y también logra firmar con sus señas de identidad: metaliteratura, ironía, salvajismo. Excepcional. ¡Échalo todo y escucha!

No podía faltar nuestro Román. No podía faltar El ritual. Y qué hallazgo. Toda la prosa habitual de Sanz Mouta, puesta aquí al servicio de un texto paródico cuyo giro provocará carcajadas. También en el humor se desenvuelve como pez en el agua maese Román. Grande.

Me encanta la introspección, la voz y la confesión de Un sueño de Estela Muñoz. Buena manera de condensar, en un texto muy breve, tanta emoción contenida que suena a verdad. Todo un descubrimiento. De mis favoritos.   

La novela negra tenía que asomar. En Ya lo dijo Ted Kaczynski, Juan Cabezuelo nos traslada a una de esas «situaciones adecuadas» que tanto le gustan al antologista, teñida en este caso de un hilo monologado y acotado y lleno del ruido de un taladro. Muy agradecido este cuento.

Luego llega C.G. Demian y su cáustica y epatante ironía, mostrada esta vez a través de los 12 segundos de media que un animal emplea en hacer sus necesidades. El protagonista lo intenta, y lo intenta, y lo intenta… Y nosotros sudamos con él. El resultado, made in Demian.

Esther Nieva Walkiria conduce por esa misma línea irónica pero girando al terror con Rosa, cuento que nos avisa de los peligros de una alimentación desatada. Tarde o temprano, ha de haber consecuencias, y estas suelen ser poco halagüeñas. Y, en este caso, inesperadas.

Puede sentirse el dolor desmayante, el éxtasis del sufrimiento máximo, cuando uno lee Cráneos en la oscuridad. Es inclemente David Santana, incluso te habla a ti de repente. Confunde el cambio de narrador, pero duele el relato.

Viajar al pasado siempre es sugerente, y más cuando visitamos épocas prehistóricas. Morrigang nos incita a Jugar con fuego huyendo de un volcán en erupción y… No puedo contar más, hay que leerlo.

Qué barbaridad Mi querido hermano Beltrán. Carlos Ruiz Santiago amputa trozos de Richard Matheson para esculpir con ellos un relato inmisericorde, perturbador y visceral alrededor de la existencia de un ser imposible. Carlos es un explorador de la inmundicia humana, y aquí nos lleva a una de las simas del alma. Para llegar a ella, nos lanza por el inodoro sin compasión.

Pura perversidad la que desprende Mari Carmen Copete. La autora de La ciudad mimética y Miasis se dedica aquí a cortar piezas de un puzle humano. Sus Vasos comunicantes son el clásico misterio con sorpresa final. Qué bien corta Mari Carmen. Qué bien funciona.

La semilla de Yolanda Martín desprende reminiscencias de la ciencia ficción más terrorífica, la de las invasiones. La escena que dibuja bien podría ser el prólogo de toda una novela. Y me encantaría leer esa novela. Apocalipsis y vegetales, no hay nada mejor.

Mención aparte merece Noel Dionisio Muñoz Rico y su Latido, toda una deconstrucción narrativa que deja el decorado a elección del lector, y que basa su huella en el desconcierto que traslada a quien lee. No puedo más que declarar mi admiración por este por pequeño texto y su autor (aquí nos regaló otra muestra de su talento), adalid de un surrealismo más necesario que nunca.

Qué orgullo tener a J.D. Martín en nuestras filas. El primigenio de la lámpara es un homenaje a Lovecraft, a Franky y al día a día de las charlas que mantenemos en el grupo de autores de esta egregia paginilla web. El manejo de la tensión, ejemplar, qué voy a decir. Y el final, Franky convendrá conmigo, no podía ser otro. Maravilla.

Hablando de Franky, el antólogo aporta Eméticas, una reflexión puramente literaria que abraza el concepto de náusea que ya ha manejado el autor en otras obras (como la espléndida El tesoro de la urraca) y la lleva un paso más allá. El resultado, como es habitual, magistral.

Toca el turno a la Casa Drojan. Él, Axel Drojan, lanza Una mirada al abismo cargada de estímulos pesadillescos, de esos que no podemos discernir si proceden de nuestra realidad o son una invención de nuestro cerebro. Da igual. El monstruo es original e impacta, aunque a veces nos perdamos en una narración algo confusa. Pero la conjunción hospital + ente desconocido funciona, como no podía ser de otra manera.
Ella, Noelia Drojan, convierte a La valla en un relato muy bien armado que nos suelta directamente en el campo de batalla de un decorado postapocalíptico. Las pistas nos alcanzan poco a poco, a su debido tiempo, para conducirnos a lo que parece ser un callejón sin salida. El final desencantará a muchos por su abrupto corte, pero a mí me ha ganado, me resultó un recurso muy sugerente.

Bendito sea Francisco Javier Olmedo Vázquez, nuestro admirado Mitonauta. Su relato Omnium haeresium erroribus hace gala de un barroquismo ilustrado muy refrescante. Y cómo nos hace sufrir, encajonándonos en un espacio minúsculo que horrorizará tanto a los que sufran claustrofobia y a los que no. Increíble, inmaculado relato. ¡Qué bueno era el hermano Bonifacio!

Bonita fábula narrada al estilo clásico la que Antonio López Sousa nos ofrece en Las tumbas de los hombres. De nuevo la circularidad bien implementada, y la carga sobre los hombros que todo individuo termina acarreando. El relato da instrucciones sobre cómo desprenderse de ella.

David Morales, responsable de El yunque de Hefesto, pergeña una original escena en la que se propaga una epidemia de lo más curioso. Trastorno o maldición, en realidad no importa. David nos inquieta y nos hace reflexionar sobre la perfección, la envidia y algo más, algo indefinible que pone la piel de gallina. ¿Sobrevivirás al Prime time? Yo necesito hacerlo para leer más a David.

A modo de bonus, se incluyen tres cuentos escritos por los hermanos Bastian y Oliver Muñoz y por Ainhoa Escobar, hijos de Franky y de Lorena, respectivamente. Los hermanos Muñoz nos regalan dos cuentos plenos de imaginería aventurera y fantástica, muy de dibujo animado en su concepción y refrescantes. Ainhoa tira de un monstruo muy particular, y de recursos ¡ojo! que muchos escritores noveles no llegan a dominar. La cantera funciona, podemos estar tranquilos.

El último cuento bien podría ser, y esto es mucho decir, el mejor cuento de Francisco Santos Muñoz Rico. Incluido en su estupenda recopilación Impureza de lo accesorio, Larvas es la recuperación del padre, la nostalgia que nos golpea durante el sueño, la verdad acariciada por nuestras manos carentes de uñas. Un cierre por todo lo alto que, por sí solo, hace merecer la compra del volumen.

* * *

En conjunto, estamos ante una obra que desatasca la común producción de antologías de relatos al presentar textos más breves de lo habitual y, por lo tanto, asumibles en toda situación. La intencionalidad de los autores, muchos de los cuales crearon los relatos de la nada para este libro, bien merece la atención que suele negarse a este tipo de proyectos. Mi consejo es que no se dejen prejuiciar por la aparente banalidad del leit motiv (absurda visión occidental, pues ¿hay algo menos banal que obedecer al propio cuerpo?) y comprueben de primera mano el cariño dedicado a las historias. Hay aquí cuentos muy buenos, algunos extraordinarios. 

13 comentarios

C.G. Demian agosto 8, 2022 - 11:19 am

Es usted un grande, señor Pascual. Gran reseña para una antología en la que tengo el honor de participar.

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José Luis Pascual agosto 8, 2022 - 11:52 am

Honor compartido. Muchas gracias!

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vicente agosto 8, 2022 - 11:49 am

Orgulloso de estar tan bien rodeado.

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José Luis Pascual agosto 8, 2022 - 11:53 am

Orgullo compartido. Y ya sabes, ¡a escribir!

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Rodri agosto 8, 2022 - 12:08 pm

¡Qué gran reseña! Muchas gracias.

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José Luis Pascual agosto 8, 2022 - 4:26 pm

Gracias, Rodrigo. ¡Un placer compartir libro!

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estela agosto 8, 2022 - 12:33 pm

Muchas gracias por la reseña, no creí que pudiera ser de los favoritos de nadie jejeje, seguiremos escribiendo entonces todos mis “yo”

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José Luis Pascual agosto 8, 2022 - 4:27 pm

Sigue, por favor. Envidio el talento de vuestra familia, es algo fuera de lo normal. Un abrazo.

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David agosto 8, 2022 - 1:15 pm

Menuda reseña más cuidada! No te has dejado ninguno de los relatos. Yo voy despacito, desgustándolos (no debería utilizar esta palabra, podrían acusarme de coprófago) poco a poco. Pero he de decir, y no es un acto de peloteo, que de le los que llevo leídos, mi favorito es el del señor José Luis Pascual. El nivel medio me está pareciendo excelente, así que es todo un orgullo aparecer en esta antología.

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José Luis Pascual agosto 8, 2022 - 4:29 pm

Ya sabes que me has alegrado el día con tus palabras. Y lo dicho, ponte a escribir que tus seguidores demandamos más historias! Me ha hecho mucha gracia lo del copófrago, jajajjaa!

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FRANKY agosto 8, 2022 - 6:02 pm

Qué exagerado eres conmigo, y qué justeza con los demás!!

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León agosto 9, 2022 - 12:21 am

Qué justo eres conmigo, y qué exageración con los demás!! 😱😲😵😖😇😇😇😇😇😇😇

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José Luis Pascual agosto 9, 2022 - 11:11 am

Jajajajajaja, tal cual!

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