Título: Libro de visitas Historias de fantasmas
Autora: Leanne Shapton
Traductora: Ana Flecha Marco
Editorial: Ediciones Comisura
Nº de páginas: 320
Género: Narrativa experimental
Precio: 26 €
SINOPSIS
¿Cómo sería el libro de visitas de nuestras vidas si pudieran leerse en él las huellas de los muertos? Con una poética absolutamente singular y sugerente, la escritora y artista plástica Leanne Shapton utiliza todos los recursos literarios y visuales (fotografías, planos de casas encantadas o hermosas acuarelas pintadas por ella misma) para jugar a reinventar las viejas historias de fantasmas, esos seres que, como decía James Joyce, se han desvanecido hasta ser impalpables por muerte, por ausencia o por cambio de costumbres. Contiene una galería de relatos inquietantes y divertidos, pero también hondamente conmovedores, que muestran de diversas maneras lo que todxs, de un modo u otro, hemos aprendido: que los fantasmas del pasado nunca dejan de visitarnos ni nosotros dejamos de esperarlos, pues ellos son la fuente de nuestro espanto y también de nuestro consuelo.
RESEÑA
He aquí toda una enciclopedia de fantasmas en la que no aparece un solo fantasma aunque, en realidad, está plagada de ellos. No resulta sencillo rescatar las sensaciones que Libro de visitas Historias de fantasmas impregna en el lector. Estamos ante una narrativa novedosa, minimalista y apoyada en la imagen, un formato original que, de algún modo que me resulta casi incomprensible, logra reinventar el concepto de fantasma arrastrando unos cuantos escalofríos por el camino.
Apoyándose en fotografías, pinturas, planos y dibujos, Leanne Shapton logra desafiar la narrativa convencional e inserta su creación en una dimensión alternativa, logrando un excepcional efecto epatante. A priori, todo forma parte de una experimentación en la que Shapton escribe pequeños textos literarios inspirados en fotografías antiguas. Pero quizá es al revés. Por el volumen desfilan imágenes tétricas que lo son por su tratamiento en blanco y negro (la gran mayoría) y por lo que sugieren más que por lo que muestran. Sea como sea, parece mentira que tal proceso de creación sea capaz de redefinir la figura del fantasma con un desparpajo alarmante, no alejándose mucho —si reflexionamos en ello— de su concepción habitual pero sí dotándola de un aura especial.
La amalgama de imágenes y texto permite que la obra se estructure como una colección de historias, algunas de las cuales se dividen en fragmentos que podrían considerarse microrrelatos. El caso es que las historias se aprovechan a la perfección de toda la imaginería que la autora pone en liza, logrando dibujar un retrato magnífico de distintas épocas decoradas con una serie de personajes ficticios pero totalmente creíbles. Podríamos decir que la autora se dedica con ingenio y maestría a diseñar una nueva arquitectura del fantasma.
El resultado de tal ejercicio es una suerte de caleidoscopio. Resulta fascinante asistir a la generación de un fantasma. Leanne Shapton crea historias que adoptan muy distintas formas, pero siempre tomando como base la paradójica ausencia del espectro. Para lograr la inmersión del lector, Shapton identifica al fantasma como una parte de nosotros, como ese momento en que nos hemos sentido solos pese a estar rodeados de multitudes. Esta idea nos convierte a todos en espectros ignorados por los demás, y se inmiscuye con gran sutileza en temáticas como la soledad, la tristeza, la depresión. Es algo sugerido pero que, de algún modo, sobrevuela entre lineas toda la obra.
Sin embargo, más allá de la lobreguez tradicionalmente asociada al fantasma, Libro de visitas hace gala de un peculiar sentido del humor. Como ejemplo, la pieza titulada «Un espíritu» da una genial vuelta de tuerca al fantasma sin contar con una sola frase narrativa. Se suceden las imágenes de distintos eventos sociales y una persona trajeada aparece en todas y cada una de las instantáneas. El juego reside en que, como comprobamos en los pies de foto, todas las fotografías —casi una cincuentena— están tomadas en el mismo día, en lugares muy remotos entre sí. Es envidiable el talento inventivo de Shapton, tanto que, en este caso, puede provocar carcajadas.
Más allá de interpretaciones, lo verdaderamente relevante es cómo las narraciones de Leanne Shapton, acompañadas de imágenes tétricas, logran expresar la fantasmagoría y el escalofrío desde la ausencia, cómo consiguen atrapar lo inaprensible. Quizá la palabra que mejor defina al aura de este libro sea «reminiscencia», aunque el lector que se adentre en los pasillos, espejos, puertas, vestidos, sombras, etc., hallará muchas más cosas. Me encantaría saber el efecto que causa en cada lector. En mi caso, el hechizo ha sido absoluto.
José Luis Pascual
Administrador
2 comentarios
Obra a tener en cuenta pero que me tira para atrás el precio.
pues sí, el precio es una cagada