Pánico (Pier Dola)

por Daniel Aragonés

Título: Pánico

Guion y dibujo: Pier Dola

Editorial: Unbrained Comics

Nº páginas: 130

Género: Experimental

Precio: 16 € 

SINOPSIS

Pier Dola guardó cientos de dibujos psicóticos bajo la cama y ahora por fin ven la luz, recopilados en estas páginas. En un viaje degenerado sobre lo que podría ser una versión del eterno retorno, demoníaco y gore. Pier ha publicado dos cómics con la editorial norteamericana Fantagraphics. Ahora publica por primera vez en España bajo la editorial independiente Unbrained Comics.

Reseña

Útero primigenio, así abro la reseña, como si esto fuese una catarsis surrealista. Y lo digo por ciertos motivos, no es aleatorio —no aseguro la explicación, puede que todo esto quede en nada—. Ahora sigo saltando de piedra en piedra. Ser padre a los 40 debería haberme convertido en otra cosa, pero no he cambiado nada, al revés. En mi caso todo se multiplica por dos en estos momentos. Doble visión crítica. Doble de indiferencia social. Y, por supuesto, mucha más sátira, mofa, ironía y desdén. Mi aportación a la vertiente creacionista es nula. Igual que me ocurre con cualquier dogma de fe. Por eso estas visiones en forma de cómic surrealista tienen tanto sentido y valor para mí. Pier y yo estamos locos de remate, lo cual nos convierte en gente cuerda y locuaz: incomprendidos que nos sentimos cómodos en nuestra posición.

El trabajo de Pier es tan sencillo que todo adopta un aire complejo. Nacemos, crecemos, nos reproducimos y por el camino alimentamos algo cíclico y sangriento que nos convierte en escoria del Universo. El ser humano y sus guerras: externas, internas y etéreas. Podemos ver esto como algo inexistente, y me parece bien, cada uno es libre de autoengañarse con la patraña que más le convenga. Yo prefiero no pasar por tonto y decorar cada cosa que hago con detalles gore. Bañarlo todo de una intelectualidad insultante. Prefiero ser crítico, desagradable y que me encierren en la cárcel de la indecencia, esa que tanto me gusta pisotear. Y ahora sigo saltando de piedra en piedra.

Afirmaciones propias: no podéis decirme que un parto es agradable. Que un reality show es bueno. O que la comida basura es saludable. Las cosas son como son. Nadie puede justificar una guerra. No existe ese equilibrio del que hablan, es falso, no tienen que morir niños de hambre para que yo tenga un plato de comida encima de la mesa. La marcha atrás sigue siendo follar. Y las palabrotas forman parte de nuestra cultura, por eso las uso a mi antojo.

¿Por qué digo todo esto? Muy sencillo. Pánico es un símbolo. Un ente icónico. Un grito mudo. Una hostia que no necesitas pero que te vas a llevar. Pánico es una caída tonta desde una azotea. Es algo grande dirigido a unos pocos. Todos deberían leer, ver y absorber Pánico. Cualquier mortal, por idiota que sea, tendría que hacerse con un ejemplar y quedarse embobado delante de las visiones de Pier.

Como punto final a esto que digo, Pier nos regala un epílogo magistral donde explica ciertas cosas. Ahí es donde te das cuenta de la verdad, ¿eres idiota? No lo sé, pero es probable que sí. Quizás debas sacarte una plaza en el subgrupo de los que piensan que nosotros somos los idiotas y olvidarme, olvidarnos, olvidar a Pier y quemar esta obra sin remordimientos. ¿Lo entiendes? Claro que no.

Bajo su perturbadora visión nos sumergimos en un peculiar ciclo de la vida. Todo empieza en el mismo sitio que acaba. No existe nada concreto. El propio tiempo es una variable abstracta carente de valor.

Por mi parte solo puedo decir que se trata de una lectura inmortal a la que volveré año tras año. Ya soy Pánico, siempre lo he sido. Una absoluta maravilla que va más ALLÁ. La calavera que protege nuestras mentes se queda como algo insustancial. Estamos hablando de un ente atroz. Por momentos se caga en ese creacionismo ridículo y en las nuevas voces que hablan de igualdad (es un hecho que somos iguales, tanto es así que no tenemos nada que ver unos con otros: nos acaba moldeando la sociedad). Estamos en el origen, ahogados en vísceras, pisoteando un dogma moral que viaja en un barco-ciudad-cueva-útero que nos incapacita como librepensadores. Vamos a favor de la corriente y estamos rodeados de intelectuales de mierda. Con este cómic, carente de diálogos (no le hace falta), me he vuelto a encontrar con esa cosa que me empuja hacia delante. Donde unos se enviolentan, otros sentimos esa paz que otorga la compañía.

Con esto es suficiente. Formamos parte de un útero primigenio y nada tiene sentido, o igual sí, qué importa.

2 comentarios

Unbrained septiembre 18, 2023 - 6:10 pm

Pedazo de reseña, a Pier le sale alguna lágrima de la emoción. Un abrazo!

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pier dola septiembre 18, 2023 - 8:29 pm

es verdad,me lloran los zojos y la pilila de emocion!preferiria abrazar a daniel antes que a mi mama!!!(de hecho ,ya estoy viejo pa querer abrazar a mi mama..preferiria abrazar a la tuya…jo..no se si esta viva..perdona si no…si esta viva..tienes fotos de ella joven?no muy joven,como de 30…mas joven que ahora…aunque ahora que estoy viejo…venga,dale mandame fotos en bolas de ella ahora…jo,perdona si esta muerta..un abrazo..pa ella tambien.

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