Horror Star (Enrique Cordobés)

por Carlos Ruiz Santiago

Título: Horror Star

Autor: Enrique Cordobés

Editorial: Dimensiones ocultas

Nº de páginas: 304

Género: Terror

Precio: 13,95 €

SINOPSIS

Victoria Miller es finalista de un concurso de literatura de terror. Los ocho concursantes deberán convivir durante días en una casa para escribir sus mejores historias. ¿El premio? Un contrato para publicar con la prestigiosa editorial Horror Star.

Pero la competición guarda un secreto. Pronto, sus sueños se convertirán en pesadillas y descubrirán que sus escritos pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.

«Un Gran Hermano de autores de terror, encerrados en una vieja mansión en la que todo se magnifica; con una protagonista maravillosa. Enrique Cordobés disecciona el mundo del terror literario en una vibrante novela que leerás con una retorcida sonrisa. ¿Queréis ser la auténtica Horror Star? Pues aquí vais a empezar a pagar… con sangre».

RESEÑA

Como todo buen escritor, mi inmenso ego hace que las historias de escritores me gusten. Al fin y al cabo, hay una empatía implícita entre todos los artistas. Nos defenestramos muy por dentro, nos latigamos por los mismos errores y nos afilan las mismas aristas.

Horror Star plantea un gran hermano fantasmagórico donde la escritura, los traumas y la mierda que acumulamos dentro va a remezclarse en un caldito delicioso. Me cuesta un poco hablar de esta obra sin haceros un destripe general de la misma, pero sí que diré que la justificación de los fenómenos sobrenaturales me parece chulísima, con un aire barkeriano sin meterse del todo en la nueva carne mezclado con fantasmas más clásicos que me ha parecido una delicia. Si bien es cierto esto que os digo y que el componente de terror sale a relucir en más de una ocasión y ayuda a la atmósfera opresiva (luego llego a eso), sin embargo, yo no diría que se trata de una novela de terror. Como digo, elementos viven, subvierten e insuflan aire al conjunto; no obstante, se trata más de un estudio de psicología individual y colectiva.

La historia funcionaría bastante parecida sin la carga de terror (que para nada desprecio y que, como digo, aporta al conjunto), siendo que el grueso de la trama es ver a estos personajes interaccionar, mentir, pensar y sufrir. Su lento descenso a la locura va más de la mano de sus tejemanejes personales y del deterioro de las relaciones interpersonales que de la oscura influencia de tal o cual fuerza. Presento esta idea como si se tratase de algo sumamente polémico cuando, en realidad, parece que el propio autor tiene esta intención.

Estamos hablando de que la mayoría de la obra es diálogo, la falta de descripción nos resta en atmósfera, en terror, en anticipación. Juega más a que conozcas a los personajes y a ir desmembrando sus relaciones, sus personalidades, sacar a flote sus miedos y manías. Es una decisión que al principio me pilló un poco de sopetón y que acepté con cierto escepticismo, pero que fue curándose con el tiempo. Gracias a esto, el ritmo es trepidante y lo logra sin dejar nunca de desarrollar a su elenco y pinchar con el misterio de esa casa encantada que se va abriendo hasta galopar en el tercio final. Los personajes son variopintos y todos tienen su puntillo, algunos más perverso que otros, y sus descensos a las tinieblas serán muy personales.

Y es que aquí vamos en una escalera de caracol hacia el averno, pues, aunque como tal el terror no destaque más que en momentos puntuales, la sensación que el autor crea página a página es opresiva de cojones. Todo va a mal y cada vez a peor, las mentes se desmoronan cono tierra húmeda y la sensación de precipicio aumenta a cada paso. Ahí creo yo que está la mayor fortaleza de esta obra: el saber contar sin dejar de apretar la tráquea del lector. A veces es cierto que da algún cambio de tono que me saca o algún momento donde los personajes se me tornan algo artificiales, aunque se trata más de defectos puntuales que de un mal que aqueje o lastre el conjunto.

La novela es adictiva, además de tratarse de un ejercicio metaliterario delicioso, pues podremos contemplar las obras e ideas de cada uno de los participantes. Todos vienen de contextos y corrientes distintas, así que da una gran variedad y ayuda a darle tonos frescos a la obra. Además, creo que todos los que tontean en mayor o menor medida con la escritura van a disfrutar de las diatribas en el proceso creativo de cada uno, porque creo que están aunadas todas las paranoias, metodologías y miedos habidos y por haber a la hora de crear un buen escrito.

Por supuesto, siempre de agradecer la representación de la gente trans con tanta naturalidad, con un personaje mayormente bueno, pero con sus taras y estupideces como todos. Se trata de una novela trepidante que tiene el buen ojo de dónde colocar los mazazos emocionales y que envuelve en un misterio sobrenatural el drama humano y literario de sus personajes.

Funciona a varios niveles argumentales y es un pasapáginas de manual, ¿qué más queréis, copón?

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