Título: Caída de las nubes
Autora: Violaine Bérot
Traductores: Concha Sánchez Santos, Pablo Martín Sánchez
Editorial: Las afueras
Nº de páginas: 136
Género: Narrativa contemporánea
Precio: 16,95 €
SINOPSIS
Baptiste y Marion llevan una vida feliz y tranquila con sus cabras a las afueras de un pequeño pueblo en la montaña. Una noche de invierno, Marion sufre fuertes dolores y, para asombro de ambos, da a luz en el baño de casa.
Este es el punto de partida de Caída de las nubes, un relato coral que combina múltiples puntos de vista sobre la llegada de este bebé inesperado que pondrá en cuestión todo lo que los personajes creían saber y que explora el conflicto íntimo entre el instinto maternal y las consecuencias de un hecho traumático.
RESEÑA
Dicen que las casualidades no existen. Me resulta sumamente curioso que la obra que leí antes de Caída de las nubes fuese El nadador en el mar secreto, de William Kotzwinkle, y lo es porque la temática principal de ambas novelas es muy similar: la experiencia traumática de un parto o nacimiento. Si bien la obra de Kotzwinkle nos trasladaba a rincones perturbadores por su propia naturaleza dolorosa y angustiante, Violaine Bérot aplica elementos más luminosos en un primer plano, aunque también existe la contrapartida oscura.
Caída de las nubes es una novela coral, una narración fragmentada que explica, a través de testimonios de gente implicada en el evento, cómo una mujer da a luz de buenas a primeras, sin haber sido consciente en ningún momento de su embarazo. Con ello, en una fascinante panorámica se nos hace testigos de cómo los vecinos, los amigos, los familiares y los propios padres viven los momentos previos y posteriores del alumbramiento.
Del mismo modo que ya presentó en Como bestias, Bérot ofrece la novela en forma de testimonios de una serie de personajes diferentes. También del mismo modo omite deliberadamente la figura del entrevistador. Sin embargo, aquí va un paso más allá en su experimentación formal, ya que se nos regala un interesante doble juego narrativo: en primer lugar, la obra se estructura en párrafos breves escritos del tirón en una única frase (no hay un solo punto en la novela); por otra parte, se nos ofrecen dos maneras distintas de lectura: la tradicional (de principio a fin) o la fragmentada (cada párrafo finaliza en un número que debemos buscar para continuar). Con esto se consiguen dos efectos distintos, uno que amalgama todas las voces en una sinfonía testimonial, y otro en el que leemos todo el pasaje de un personaje antes de pasar al siguiente.
En mi caso, opté por la segunda variante. El resultado, aunque puede ser confuso al inicio, enseguida cobra consistencia y aporta un tratamiento original. Así, el foco que la autora emplea sobre sus personajes empieza con una gran amplitud, abarcando a aquellos más ajenos a la historia, para terminar cerrándose sobre la pareja protagonista y, especialmente, en la figura de la madre, cuyo tramo es el que da sentido e impacto a toda la obra. Si bien el experimento funciona, es cierto que uno se encuentra, a veces, preguntándose hacia dónde va dirigida la novela.
Al final, podemos concluir que Caída de las nubes es un retrato de un momento y lugar concretos que se ven afectados por un suceso poco común. A través de notas sutiles, poco a poco comprendemos el verdadero significado de la novela, que viene a ser la relación no siempre concordante entre maternidad y felicidad. Y quizá, hilando un poco más fino, el lector halle un sentido mitológico en las páginas. Ahí lo dejo.

José Luis Pascual
Administrador
1 comentar
Que cosa más intrigante de novela. Pues me llama bastante