Noqueado tras pillarme con la guardia baja. Así es como me he quedado tras ver esta producción del año pasado que ha llegado recientemente a la cartelera española. Me niego a poner líneas de sinopsis porque cualquier cosa sería un pequeño spoiler y prefiero que veáis la película sin saber nada y que, como a mí, os sorprenda desde su primera secuencia.
“Calvary” es una mezcla de comedia negra y drama magníficamente ambientada en un pueblo irlandés que posee unos parajes arrebatadores. La primera escena de la película consigue meternos de cabeza en la historia presentándonos un pequeño misterio alrededor del cual girará la trama. Una trama que transita con ritmo calmado y desenfadado en su inicio, para ir poco a poco creciendo en intensidad y dramatismo. El padre James, magistralmente interpretado por Brendan Gleeson es el omnipresente motor de la historia, y a su alrededor vemos orbitar a una serie de peculiares personajes que componen una galería de lo más pintoresco. Todos estos personajes vienen a representar diferentes cualidades o personalidades del ser humano, y ofrecen al espectador distintos aspectos sobre los que meditar o identificarse.
En buena medida, la grandeza de “Calvary” reside en su pequeñez. Casi estamos ante una historia costumbrista en la que vemos cómo se desenvuelven todos los habitantes del pueblo en su rutina, pero resulta una delicia observarlo. Entiendo que puede ser fácil caer en el desinterés debido al ritmo lento de la película, pero si nos dejamos llevar por él, la recompensa es grande. Pese al tono aparentemente amable, el guión toca temas bastante delicados como la pederastia en el clero o la humanidad de un asesino, y somos testigos de cómo estos dilemas morales afectan al protagonista al mismo tiempo que a nosotros. Eso sí, la película no impone un criterio y deja que sea el espectador quien juzgue en todo momento. El impactante final nos remata, y el silencio de los primeros títulos de crédito resulta sobrecogedor.
Como digo, Brendan Gleeson da otra clase de interpretación como ya hiciera en Escondidos en Brujas (2008) o El Irlandés (2011), y parece que su enorme presencia sigue crece con cada nueva película. A su lado, vemos toda una pléyade de secundarios que están perfectos en sus papeles. Destacan Chris O’Dowd (famoso por la serie “The IT Crowd”), Kelly Reilly, Aidan Gillen (el Meñique de la serie Juego de Tronos) o el muy veterano M. Emmet Walsh.
El director de “Calvary” es John Michael McDonagh, que logra perfeccionar todo lo bueno que apuntaba su anterior película “El Irlandés” y consigue aquí un film absolutamente redondo.
No sé si me ha pillado desprevenido, pero desde luego no me esperaba este sublime peliculón. Por una vez, háganme caso y vayan a verla.
Mi nota: 9