AND THEN EMILY WAS GONE (John Lees, Iain Laurie – Comixtribe)

por José Luis Pascual

La editorial independiente Comixtribe nos trae esta miniserie de 5 números que ha resultado toda una sorpresa para un servidor. Definir “And then Emily was gone” no es fácil, ya que su trama transita a caballo entre una realidad lúgubre y un mundo onírico de pesadilla siniestra, siendo el límite entre ambos totalmente difuso y se hace complicado discernir cuánto de lo que vemos es real y cuánto no.
Lo que está claro es que estamos ante un genuino cómic de terror que ahonda en los miedos más enraizados del ser humano. Bonnie Shaw, el oscuro ser sobre el que gira la trama es un monstruo del folclore escocés que guarda semejanzas con el hombre del saco o el “coco” con que nuestras madres nos aterrorizaban en nuestra infancia. El tratamiento que hace el guionista John Lees de este tipo de mitología me parece magistral, pues dota a todo el relato de un ambiente malsano y turbador muy propio de las peores pesadillas y traslada ese miedo ancestral al lector. Sobre cada una de las páginas sobrevuelan ideas que bien podían haber salido de mentes como Lovecraft, Stephen King o David Lynch (se podría decir que la historia es una especie de reverso tenebroso de Twin Peaks).

El error de este tipo de historias suele ser el mostrar demasiado en lugar de sugerir. Sin embargo, pese a que “And then Emily was gone” muestra mucho, lo hace de una manera impactante pero a la vez natural, y en lugar de cargarse la atmósfera construida, contribuye a nutrir poderosamente el aspecto terrorífico consiguiendo funcionar sorprendentemente bien. El mérito de que la obra salga airosa es compartido por todo el equipo creativo. John Lees ha creado un guión magnífico en el que, tras una premisa poco novedosa, va incorporando elementos cada vez más extraños o chocantes para completar una obra sumamente original. El dibujo de Iain Laurie al principio puede parecer feísta y poco apropiado, pero este efecto dura apenas un par de páginas porque en cuanto nos acostumbramos nos damos cuenta de que su trazo es perfecto para esta historia, tanto que al acabar no podemos imaginarla con otro dibujante. Tiene un tono underground y cierta tendencia a la deformidad, lo cual no hace sino enfatizar la atmósfera alterada que impregna toda la obra. Y la manera de presentarnos a criaturas monstruosas es impresionante, creando un par de escenas realmente antológicas. Además, también encontramos composiciones de páginas que ayudan a realzar la sensación de irrealidad creciente que se nos propone, llegando en algunos momentos a recordar a lo que hizo Alan Moore en La Cosa del Pantano. El color de Megan Wilson acompaña perfectamente y aporta ese tono de oscuridad necesario.

Sólo puedo decir que he quedado encantado y lo recomiendo encarecidamente. Se me hace difícil pensar en otro cómic que te haga mirar las páginas con cierta incomodidad, y eso me parece un logro nada desdeñable. Los únicos peros que se le puede poner es que se hace demasiado corto y te deja con ganas de más, y por otro lado que está en inglés. De momento no tengo noticia de que ninguna editorial española se haya interesado por esta serie, y veo complicado que nos llegue en corto plazo debido a su carácter minoritario, aunque aquí dejo mi reivindicación para que ello sea posible.
Podéis encontrar “And then Emily was gone” en la web de Comixtribe tanto en formato físico como en digital. Si el inglés no es demasiado problema para vosotros, ya estáis tardando en comprarlo.

Mi nota: 9

Deja un Comentario

También te puede gustar

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del usuario a través de su navegación. Si continúas navegando aceptas su uso. Aceptar Leer más