Carne de arena (Arantxa Rochet)

por José Luis Pascual

Título: Carne de arena

Autora: Arantxa Rochet

Editorial: Eolas Ediciones

Nº de páginas: 148

Género: Relatos inquietantes

Precio: 16 €

SINOPSIS

Leer los relatos de Arantxa Rochet es dejarse arrastrar por una corriente oscura y cálida confiando en el disfrute del viaje. La autora mezcla con aparente sencillez los elementos más cotidianos para producir un sentimiento incómodo, un escalofrío en la parte trasera del cerebro. Como la Carne de arena. La carne es un elemento que todos conocemos, al igual que conocemos la arena. En su unión es donde nace lo impensable, lo fantástico.

Los ocho relatos del libro componen una inquietante colección con elementos tan inofensivos como pueden ser los cigarrillos, unos geranios, un diente, una bufanda, algunas pajitas de plástico, un viaje en metro o unos posts en redes sociales. Todo lo que encontréis en estas páginas os resultará conocido y, al mismo tiempo, os va a hablar de algo ignoto y oscuro. Rochet nos enseña lo cerca que estamos del borde del precipicio, lo fácil que es caer. Tan, tan cerca que, a veces, ese abismo está dentro de nosotros. Nos hace asomarnos con vértigo y no nos asegura que haya red de seguridad ni cuerda de salvamento, aunque, en este caso, no podréis dejar de mirar. Y merecerá la pena. Y volveréis a por más.

RESEÑA

El cuento. Esa disciplina que aglutina una historia en pocas páginas, que nos hace reflexionar de inmediato, que nos seduce con un baile rápido y sugerente. Tan denostado y, sin embargo, tan necesario en los tiempos tan fugaces que transitamos. Arantxa Rochet se suma a la amplia lista de relatistas de este país, y lo hace de una de las maneras favoritas de esta casa: atacando la realidad con lo insólito, con lo inesperado, con lo terrible. Un golpe sobre la mesa en toda regla, el suyo.

Desde el inicio, Carne de arena pone los puntos sobre las íes. «La tierra limpia», primer relato del volumen, marca la pauta de hacia dónde apunta Arantxa Rochet. La autora elige una serie de objetos cotidianos, como los cigarros o el humo que dejan, y los convierte en tótems simbólicos alrededor de los cuales baila la trama. Un simbolismo que abunda a lo largo del libro y que en este caso se centra en una trama que hurga en relaciones familiares —de algún modo, un nuevo tropo en el género de lo inquietante— y en sucesos oscuros muy bien escondidos entre líneas.

La alteración de la realidad es una constante en los relatos de Rochet. Ya sea en forma de metáfora sobre la enfermedad, tanto física como psicológica, a modo de una invasión que pone en jaque a la especie humana, o como cuento surrealista en la que la novia le quita al novio partes de su cuerpo para que esté «más guapo», la autora se mueve con soltura en esas deformaciones. Por supuesto, en ello consiste el impacto de todo buen cuento de género, y aquí tenemos un muestrario de ejemplo que nos enseña a utilizar el elemento fantástico como retrato alterado de la sociedad actual. Una crítica demoledora en muchas ocasiones.

Debo hacer una mención especial. «Gorda» ocupa la parte central del libro, y no es casualidad. En mi opinión, es la columna vertebral de Carne de arena, y lo es por su original reversión de un relato clásico de la literatura de terror —no diré cuál—, así como por la novedosa manera de contar la historia. Se trata de un cuento escrito en base a entradas de redes sociales con sus correspondientes comentarios, correos electrónicos y mensajes de aplicaciones de chat. Me resultó tremendamente adictivo, a la vez que una poderosa traslación de una denuncia muy actual: la esclavitud tecnológica a la que nos sometemos voluntariamente día a día. 

«La náusea» también incide en el inicio de un apocalipsis humano, centrado esta vez en un virus que afecta a los jóvenes. Es un cuento, o un momento dentro del libro, que por algún motivo recuerda a Mariana Enriquez por su trasfondo suburbial y perverso, sin duda otro de los muchos puntos álgidos del volumen. Y, si hablamos de perversión, esta se halla concentrada en las cinco páginas que dura «Cura, curita sana, si no cura hoy curará mañana», pieza de las más oscuras del libro y con una descripción final que te deja el estómago del revés.

El último relato es todo un grand finale pleno de desasosiego. «Dientes» compone una metáfora perfecta, una descripción detallada de cómo nace un psicópata, de cómo una niña deja crecer el ansia que la corroe hasta que se convierte en un diente negro con voluntad propia. Esto sí que es acabar por todo lo alto.

Siempre a través de narradores muy inmersivos, Arantxa Rochet nos invita a un desfile de miedos fantásticos pero, al mismo tiempo, tremendamente humanos. Reconocerá el lector en Carne de arena algunas situaciones por las que ya haya transitado, y otras que haya podido ver desde la distancia, aunque nunca desde la comodidad, sino de la más pura intranquilidad. Y no hay nada más aterrador, ¿verdad?

Lo puedo decir más alto, pero no más claro. Reivindiquemos de nuevo el inmenso poder del buen cuento, y demos luz otra vez a esta para muchos desconocida colección que es «Las puertas de lo posible» de Eolas Ediciones, y que no solo se está convirtiendo en un referente a la hora de descubrir nuevas voces de lo insólito, sino que además está reescribiendo nuestra concepción de la literatura inquietante. Con Carne de arena, el lector dispone de otro afilado y devastador artefacto narrativo.

1 comentar

Fabrisio febrero 21, 2025 - 2:49 pm

Me encantó el libro y la reseña!!

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