El marido de Tricia desapareció hace siete años. Pese a que ella aún conserva alguna esperanza de que algún día vuelva a aparecer, el tiempo transcurrido hace que tenga que declararle oficialmente muerto. La hermana de Tricia se instala en su casa para ayudarla a rehacer su vida, hasta que un día sucede algo inesperado.
Absentia es un pequeño film de terror independiente que tiene muchas de las virtudes y los defectos de este tipo de producciones, pero que realmente aporta un punto de vista más original de lo acostumbrado. Para que nos situemos, hay que empezar diciendo que la película está parcialmente financiada por la plataforma de crowdfunding Kickstarter, y que está rodada con cámaras fotográficas Canon. Esto nos habla de la precariedad presupuestaria, que termina notándose en un cierto aspecto visual telefílmico y en una escasez total de efectos especiales.
Sin embargo, hay ocasiones en que menos es más, y “Absentia” es un buen ejemplo. El director sabe dotar a la película de una atmósfera adecuada y de pequeños golpes de efecto que funcionan bastante bien. Además, toda la historia está impregnada de una extraña ambigüedad que hace que dudemos de la literalidad de lo que se nos está contando. La película sabe jugar muy bien con esos elementos y la propuesta termina saliendo airosa.
Tal vez se le puede achacar que el ritmo es a veces demasiado lento, y que el elemento fantástico que se nos propone rompe un poco con el tono del resto de la película, pero también es verdad que su naturaleza resulta muy chocante y tiene tintes lovecraftianos, lo que, en mi opinión, funciona como algo novedoso. Además, me parece un acierto (debido a la falta de presupuesto) que en ningún momento se nos muestre claramente ese elemento invasor. Creo que enseñarlo con nitidez hubiese sido catastrófico para una film que basa sus virtudes en esa ambigüedad que antes mencionaba.
El reparto es muy desconocido pero, para tratarse de una cinta tan low cost, cumple con bastante corrección, en especial las dos actrices protagonistas Courtney Bell y Katie Parker. El buen hacer de Mike Flanagan a la dirección, guión y edición del film le llevó a dirigir en 2013 Oculus, el espejo del mal ya contando con un presupuesto mucho más holgado.
Poco más que decir, estamos ante una película de terror psicológico más que decente que juega muy bien las bazas de tener una historia original y ambigua y que no desmerece ante producciones mucho más cargadas de presupuesto.
Mi nota: 6,5