LA CHICA DEL TREN (Tate Taylor, 2016)

por José Luis Pascual

Una mujer con serios problemas de alcohol viaja diariamente en un tren hacia la ciudad, y en el trayecto se fija siempre en un par de casas y en sus habitantes. Una de ellas era su antigua casa, en la que vivía con su marido hasta que se divorciaron, y la otra es la casa aledaña, de cuyos inquilinos imagina cómo serán sus vidas. Un día, verá desde el tren un detalle que la llevará a investigar.

Afronto esta opinión sobre La chica del tren avisando de que no he leído la novela que adapta. Ignoro la calidad literaria del bestseller de Paula Hawkins, pero reconozco que no soy el público objetivo de ese tipo de relatos. Eso sí, personas cercanas que sí han leído la novela me han confirmado que, a pesar de que la trama es idéntica, la estructura y el modo de contarla son muy diferentes.

“La chica del tren” viene catalogada como thriller, pero en mi opinión es un drama con un toque de intriga. La película opta por contar la historia de manera muy atropellada debido a los constantes saltos temporales. Nos pasamos toda la película viendo flashbacks y flashforwards como si no hubiera un mañana, y con eso sólo se consigue embrollar el desarrollo y hacerlo confuso para los espectadores. Además, tanto la propia trama como su factura es totalmente televisiva, y no precisamente con la calidad que últimamente acostumbran las producciones para la pequeña pantalla. “La chica del tren” es un mal telefilme de sobremesa, de los que no se cansan de programar las cadenas durante los fines de semana. Incluso algunas decisiones a nivel técnico, como la introducción sin ton ni son de una cutrísima cámara lenta, refrendan esto que digo.

Tate Taylor, que alcanzó cierto prestigio con su película Criadas y señoras (The help, 2011), ofrece aquí una realización ramplona y torpe, muy lastrada en el ritmo por los mencionados saltos temporales. Por su parte, el guión adapta la novela de una manera discutible, ya que son evidentes las numerosos engaños que propone al espectador con el fin de sorprender en su desenlace. El giro que lleva a cabo la película en su parte final resulta sumamente tramposo y sucede porque sí, sin molestarse en ofrecer justificación previa.

Lo único que se puede considerar destacable es, una vez más, la calidad interpretativa del elenco, formado esencialmente por un trío femenino. Emily Blunt (Sicario, Al filo del mañana), Haley Bennet (Los 7 magníficos) y Rebecca Ferguson (Misión Imposible: Nación secreta) logran elevar algunos momentos del filme gracias a sus presencias, a ratos intensas, a ratos magnéticas. No creo que ello sea suficiente para justificar el visionado de la película, pero considero justo reseñar el buen trabajo de estas tres actrices.

Por tanto, creo que “La chica del tren” dificilmente satisfará a ningún sector del público debido a su historia poco interesante, a su mal llevado desarrollo y a su tramposo desenlace. Sólo el trío de actrices ofrece algo minímamente destacable, por lo que otorgaré un punto a cada una de ellas y se acabó.

Mi nota: 3

2 comentarios

Carmorán de la Mata diciembre 1, 2016 - 4:51 pm

Esta ha sido una de las pocas películas en las que me han dado ganas de abofetear a prácticamente todos los personajes que salían. Notaba un clima de apatía general que me resultaba enervante.En fin, creo que cada vez tengo menos paciencia con los thrillers dramáticos. ¡Un saludo!

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José Luis Pascual diciembre 1, 2016 - 5:44 pm

Jajaja, me alegra que coincidas conmigo en esta! En cuanto a thrillers dramáticos, muy pronto colgaré mi opinión sobre \”Aliados\” que te adelanto me ha gustado mucho.Un saludo, y gracias por comentar!

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