SOMBRA (Zhang Yimou, 2018)
Sombra es otra de las maravillas visuales a las que nos ha acostumbrado el director Zhang Yimou (Hero, La casa de las dagas voladoras) a lo largo de los años. De nuevo atacando una época histórica, la película nos lleva a una situación de conflicto entre dos reinos, y a las intrigas palaciegas que se dan en la corte. Lo más destacable, una vez más, es la impagable imaginería visual que despliega la película, con más mérito si cabe que en anteriores producciones al otorgarle aquí el protagonismo al blanco y negro. La película está rodada en color, ojo, pero los decorados acuden constantemente a la ausencia de color para conformar un escenario de innegable belleza. La trama se mueve entre disquisiciones a lo Shakespeare y pequeñas secuencias de acción que culminan en una espectacular pero algo exagerada batalla final. Recomendable.
LA VIUDA (Neil Jordan, 2018)
Acudí a ver La viuda (el título original es Greta) con la esperanza de poder disfrutar de un thriller interesante auspiciado por un director de prestigio como Neil Jordan y un llamativo trío de actrices encabezado por la gran Isabelle Huppert. La sorpresa no pudo ser más negativa, ya que lo que me encontré fue una torpísima producción totalmente indigna de los nombres involucrados en ella. No es solo que el guion sea lamentable y cuente con agujeros inexplicables, o que algunas situaciones sean directamente risibles, sino que la propias interpretaciones parecen intuir que la película no es lo que esperaban. La misma Isabelle Huppert parece una parodia de sí misma, y tanto Chloë Grace Moretz como Maika Monroe están desganadas, siendo generosos. Mención especial para la lamentable aparición de Stephen Rea, actor fetiche de un Neil Jordan que parece haber olvidado cómo rodar buen cine. No se acerquen.
ROCKETMAN (Dexter Fletcher, 2019)
Sin duda los biopics musicales se están poniendo de moda, y Rocketman viene para contarnos la vida de todo un icono como Elton John. La película, producida por el propio artista y firmada por Dexter Fletcher (director que acabó Bohemian Rapsody), consigue elevarse sobre otras producciones similares gracias a una ejemplar estructuración de la trama. La historia de Elton John, en el fondo, no se diferencia demasiado de la de otros artistas que alcanzaron gloria y fama a edades tempranas y que, por un motivo u otro, no supieron lidiar con ello de una manera limpia. Lo bueno de Rocketman es que no se amilana a la hora de contar las miserias del personaje en cuanto a vicios y excesos, edulcorando lo justo. La innegable calidad de muchos de los temas musicales está muy bien aprovechada para realizar transiciones originales o elipsis en la narración, logrando con ello un curioso y llamativo efecto. Taron Egerton es otro de los factores que contribuyen a la redondez del filme, realizando un meritorio ejercicio de mimetización en el que, además, se atreve a cantar con su propia voz las canciones que suenan en la película, con notable éxito. Para mi gusto, gran biopic, mejor película.
EL SÓTANO DE MA (Tate Taylor, 2019)
La nueva producción de Blumhouse sigue hurgando en esa vertiente de terror mainstream de bajo presupuesto que tan buenos dividendos está proporcionando a la compañía, independientemente de su calidad fílmica. El sótano de Ma tiene algunas virtudes, y es que la película resulta bastante menos tonta de lo que auguraba su tráiler. El guion se preocupa por realizar un dibujo de personajes más trabajado que en otras producciones de similar pelaje, admitiendo una visión bastante kingiana en cuanto al trasfondo de los protagonistas, beneficiada además por unas correctas interpretaciones.
Lamentablemente, el director Tate Taylor (La chica del tren) hace que el terror quede una vez más desaprovechado en favor de una serie de situaciones absurdas y cierto tono telefílmico que condenan la película al olvido. No me parece una pérdida de tiempo, pero solo me atrevería a recomendarla para tiempos muertos o viajes sin libro.