Saldamos hoy nuestra lectura de Nuestra parte de noche, novela con la que la argentina Mariana Enriquez ha seguido sumando prestigio a su carrera. Ha sido esta edición del Club de Lectura especialmente accidentada, ya que poco después de comezar explotó la pandemia del coronavirus y se declaró el confinamiento en España. Tal vez este factor influyó en el ánimo de los lectores, o tal vez no. El hecho es que varios miembros del Club abandonaron la lectura al encontrar demasiado farragoso el estilo de escritura de Mariana Enriquez, y a lo alargado de algunos pasajes. Por ello, podría decirse que ha habido bastante división de opiniones en esta ocasión.
Sin más dilación, os dejo con mi reseña de Nuestra parte de noche seguida de las opiniones de algunos de los miembros del Club.
NUESTRA PARTE DE NOCHE (Mariana Enriquez – Anagrama)
Los miembros del Club hablan:
Sergio (@SergioMscmsl en twitter):
“A pesar de que tenía muchas ganas de meterme en este libro, la sensación final ha sido mala. La trama en sí no me disgusta, me parece interesante y muy rica en detalles, pero la forma de narrarlo es demasiado caótica a mi parecer.
No sé si por el tono argentino al que no estoy acostumbrado, o por el contexto socio-politico-histórico-cultural que no conozco en absoluto o porque hay partes de la historia muy dilatadas, densas y que a mi parecer no aportan mucho, pero en resumen a mí no me ha gustado la novela.
La he leído con prisa por acabarla cuanto antes. Los personajes no me gustaban, esto no es ni bueno ni malo, no tienen por qué estar hechos para gustar, pero no me gustaba ninguno. Sí que me parece que está muy bien mostrada la brutalidad y toxicidad de ciertas relaciones entre personajes siendo estos muy grises y complejos, además de que las narraciones de ciertos momentos son muy abundantes y detalladas y otras demasiado superficiales. No me gusta este estilo y por lo tanto no me animo a recomendarla a nadie que conozca.
Espero que el resto la haya disfrutado. Y me quedo con la experiencia de que hay que leer de todo para descubrir qué te gusta y qué no te gusta”.
Consuelo Abellán (@consupinky en twitter):
“…se puede adivinar que el libro tiene una extensión considerable, y es también considerablemente denso. Toca multitud de temas, aparte de los ya mencionados: habla del sentimiento de culpa, incluso cuando los hechos que lo provocan estaban fuera de nuestro control, de madres ausentes y madres tóxicas hasta alcanzar lo monstruoso, de sacrificio y de amor, en toda la extensión de la palabra, de ansias de poder y abuso del mismo, de los medios para alcanzarlo, de amistad y lealtad, de traición y desengaño…
A pesar de esta densidad, o precisamente gracias a ella, Nuestra parte de noche es una novela que se saborea, se disfruta de principio a fin. La prosa de Enriquez es fluida y precisa, bella en general, pero también descarnada y cruel cuando la historia lo pide. Y lo pide a menudo. La autora no utiliza eufemismos ni elipsis a la hora de describir actos violentos, agresiones y mutilaciones varias, con profusión de vísceras y fluidos, pero no llega a caer en el gore. El objetivo es causar repulsión, sí, pero la justa y necesaria, sin recreación gratuita en la violencia.
En definitiva, una novela muy recomendable para los amantes del terror sobrenatural, incluso del horror cósmico al estilo Lovecraftiano. La disfrutarán también quienes gusten de libros con personajes complejos y relaciones no obvias ni trilladas entre ellos, los que busquen lecturas que provoquen sensaciones, aunque a veces sean contradictorias, y que hagan reflexionar. En general, recomendable para cualquiera que aprecie la buena literatura. Y recomendada para leer despacio, paladeándola con calma, e incluso releerla a continuación”.
(Extracto de la reseña que podéis leer completa en el blog Sagacomic).
Nuestra parte de noche va más allá de lo que suele atreverse una novela de terror al uso. Son pocas las pinceladas de terror puro, pero las que hay son muy difíciles de olvidar, porque están impregnadas de la verosimilitud que se va creando alrededor del lector, para atraparnos como en un tela de araña de la que ya no somos capaces de escapar. Nos sumerge también en un contexto histórico, y en un trasfondo reconocible sobre la historia más descarnada de la Argentina de los años 80, para luego dejarnos absortos con la magia y el horror que son capaces de transmitir las palabras de su trama.
A destacar cómo la autora, en las diferentes partes del libro, es capaz ofrecernos diferentes estilos narrativos de una gran riqueza. Consiguiendo completar este obscuro puzzle lleno de luces y sombras; con personajes que van creciendo con sus miedos, huyendo de sus destinos y dotados de una dimensión que traspasa las páginas; transmitiendo esos miedos infantiles que nos acompañan hasta la madurez, y con los que la autora ha conseguido que llegue a identificarme por completo.
Sin duda no perderé de vista a Mariana Enriquez y visitaré su obra ya publicada para disfrutar de su lectura”.
Waldemarne (@waldemarne en twitter):
Hablemos primero de las fortalezas del libro: tiene una temática interesante y muy original. En un mundo tan trillado, nos presenta una propuesta de un mundo del ocultismo realmente interesante. Una imagenería de la que quieres saber más.
La escritora es excelente en ir preparando el terreno “a fuego lento” e ir “preparando la mesa” poco a poco pero con una precisión y claridad espectacular.
Lo que me ha enlentecido la lectura son principalmente dos temas. La escritora es argentina y aunque estoy habituado a las expresiones de este país, lo cierto es que es un libro orientado a argentinos. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que la escritora no se detiene a aclarar términos que para alguien que no sea argentino le supone un esfuerzo extra. Por norma general para mí no es ningún problema encontrar este tipo de expresiones porque estoy acostumbrado a consumir lecturas y películas originarias de este país. Pero el nivel en este caso es alto. Por ejemplo una frase como “El niño se puso el piloto y bajó a desayunar. Se pidió un submarino y un choripan”. Para un argentino esta frase se entiende a la primera. A mí me lleva un rato buscar los términos que no conozco (piloto, submarino, choripan). Lo que hace que sea parecido casi a leer un libro en un idioma que no dominas del todo. Aunque aprendes un montón, creo que la escritora debería haber orientado un poco más el libro a los “profanos” de este tipo de lenguaje. Además, hay muchas referencias a los guaraníes y sus costumbres, lo que hace que la lectura se vea continuamente interrumpida. Eso hace que se haga cuesta arriba leerlo.
El otro tema es el uso de la puntuación y las “formas” narrativas que son muy particulares de esta escritora y se distancian de las habituales. Lo que también implica que haya que realizar un esfuerzo extra para su lectura.
Así que aunque no he abandonado su lectura, su extensión y ritmo lento me dejan claro que necesitaré bastante tiempo para finalizarla y es muy probable que lo abandone por un tiempo. Aunque estoy seguro de que lo retomaría en el futuro llegado a ese caso.
Esta obra es como un buen vino, algo que paladear a pequeños sorbos”.
“Nuestra parte de noche es una novela difícil de contener en una reseña, porque creo que es muchas cosas al mismo tiempo. Es enorme y sencilla, real y fantástica, humilde y terrible. Todo parte de la relación entre un padre y un hijo, el pasado, el futuro y lo que los rodea, entretejiéndose en una espiral cada vez más grande y tupida compuesta por la historia política y social argentina de la segunda mitad de siglo XX, y la influencia que poderes de distinta índole ejercen sobre ellos.Lo que más me ha impactado ha sido su estilo fluido como una corriente que sobrevuela sobre los personajes, introduciéndose en sus mentes, escudriñando sus reacciones, sus recuerdos, sus asociaciones, a la manera de un Gran Hermano que intenta registrarlo todo, del que no se puede escapar, en el que intuyo un reflejo de un régimen dictatorial que a su vez se condensa en otro poder oculto (“La Oscuridad”), insaciable y cruel, seductor y fascinante.
La novela contiene un enorme trabajo de documentación, imágenes potentes y difíciles de olvidar y personajes muy interesantes y excelentemente construidos. No es una obra fácil, por lo que cuenta y cómo lo cuenta, pero se convierte en una obra única en la confluencia de todos esos factores, en su complejidad, en su minuciosidad y en su compromiso”.
La parte de los niños, para mi gusto, es la más aburrida. En cambio, en la que aparece el personaje de la madre es la más interesante, pues explica los detalles de la trama y habla más del tema principal que tiene que ver con ocultismo. El final me parece precipitado y poco desarrollado.
La impresión que me queda es que la parte de terror se sitúa en un segundo plano y en lo que se centra la novela es en contarte las relaciones personales entre los personajes con el trasfondo de los distintos períodos por los que va pasando Argentina en una época convulsa.
Para terminar, la suma del estilo engorroso y el ritmo cansino como “la calor” que describe la autora, dan como resultado una lectura pesada que solo engancha en tramos cortos. Confieso que la he terminado por el compromiso que tengo con el Club, si no la hubiese abandonado en los primeros capítulos como he abandonado otras muchas novelas“.
Próxima lectura : Noctuario (Thomas Ligotti – Valdemar)
4 comentarios
Vaya, si que hay diversidad de opinión. Lo cierto es que por lo que comentas, cuenta con una construcción poco habitual aunque con una personalidad muy propia que me ha llamado la atención. De momento me invita a leerla, porque parece interesante si uno se centra lo suficiente y la recibe con la mente abierta. Excelente reseña.
Mi recomendación es que empieces por alguno de los libros de relatos y, si te gustan, meterte con la novela. Gracias por tus palabras y por comentar.¡Un saludo!
Sepan que lo mas llamativo de esta escritora es la fidelidad de sus relatos ocultistas. He sentido expresar a un par de mediums (que dejo a criterio de cada uno la veracidad de quienes dicen serlo) el hecho de que es llamativa y extrañamente fiel lo plasmado en la obra. Rituales, objetos, historia, experiencias, etc. Como si ella realmente tuviera esa parte de noche o al menos fuente de primera calidad sobre este mundo de los mediums. La liminalidad es exprimida al maximo. Y para los que vivimos en este estado continuo es de un gran goce la lectura y aunque coincido con algunas opiniones al referir lo denso de ciertos pasajes dilatados, son claramente sol entados con paginas hermosamente oscuras.
Muchas gracias, Matías. No sé si es que Enríquez realiza un enorme trabajo de documentación o, quizá, haya formado parte de algún culto, a saber. Muy curioso eso.
Gracias por tu comentario. Saludos.