Había oído hablar muchas veces de Lovecraft y su conocido Círculo de escritores. Había leído sus relatos y me maravillaba cómo unos completaban a otros, cómo pintaban un gran mural con pinceladas sueltas y algún que otro brochazo. Pero ¿cómo se había llegado a esta colaboración? Una vez surgida la pregunta, ya fuera por afición o por puro aburrimiento, tuve que respondérmela y, puestos a responder, decidí escribir este artículo. Así pues, se trata de un texto escrito para contestar mis propias preguntas, de vez en cuando no está mal un poco de autocomplacencia.
HACIA EL CÍRCULO LOVECRAFT
La vida literaria de H.P. Lovecraft estuvo marcada por la correspondecia. En 1913, cuando tenía veintitrés años, escribió una carta que supondría un punto de inflexión en su vida. Iba dirigida al editor de una publicación pulp llamada The Argosy, criticando duramente el trabajo de un colaborador de la revista. La carta produjo una fuerte reacción de los lectores en contra de Lovecraft, a la que el de Providence respondería con una sátira en verso que también fue publicada.
Tras leer este cruce de correspondencia, Edward F. Daas, editor oficial de la Asociación de Prensa Amateur Unida, invitó a Lovecraft a que se les uniera. La Asociación de Prensa Amateur era un colectivo de escritores que producían y editaban revistas de relatos, ensayos y poemas.
Además de los textos de ficción, se estima que Lovecraft escribió alrededor de 100.000 cartas hasta el día de su muerte, solo superado por el escritor francés Voltaire, lo cual supone aproximadamente escribir quince cada día de su vida adulta, de las cuales se conservan cerca de 20.000. La longitud de estas epístolas varía desde una sola plana hasta mamotretos de setenta páginas.
A principios de 1920, en una convención de escritores aficionados, Lovecraft conoció a Frank Belknap Long, quien terminaría convirtiéndose en su mejor amigo durante el resto de su vida. Hasta entonces, la influencia de Lord Dunsany en su producción es fácilmente reconocible, la cual será referida más adelante como Ciclo Onírico. Este periodo cuenta con historias como El barco blanco, La maldición que cayó sobre Sarnath, La declaración de Randolph Carter o Los gatos de Ulthar. Fue a finales de 1920 cuando Lovecraft publicó las primeras historias que encajarían dentro de lo que se ha denomidado los Mitos de Cthulhu.
Los Mitos de Cthulhu, un término acuñado por August Derleth, abarca las historias que comparten un punto en común en la revelación de la insignificancia cósmica, los escenarios inicialmente realistas y las entidades y textos recurrentes. El poema Nyarlathotep y el cuento El caos reptante, en colaboración con Winifred Virginia Jackson, fueron escritos en 1920. A principios de 1921, apareció La ciudad sin nombre, el primer relato que se inscribe definitivamente dentro de los Mitos de Cthulhu.
La madre de Lovecraft estaba «bastante avergonzada» de sus actividades de aficionado. Pero a través de ellos, la vida de Lovecraft se expandió. Encontró amistad, primero por correspondencia, luego en persona, cuando sus afines llegaron a su casa de Providence. Se expuso a un mundo más grande, tanto intelectual como geográfico, a medida que comenzó a viajar. Y, finalmente, encontró un modo de publicar sin expectativas o presiones comerciales: la libertad para trabajar su propia estética extraña.
Fue, probablemente, la influencia de Arthur Machen, con sus cuentos cuidadosamente construidos sobre la supervivencia del mal antiguo en los tiempos modernos, en un mundo, por lo demás, realista, y sus creencias místicas en los misterios ocultos que yacían detrás de la realidad, lo que añadió el último ingrediente y finalmente ayudó a inspirar a Lovecraft a encontrar su propia voz a partir de 1923.
Después de casarse con Sonia Greene en 1924, la pareja se trasladó a vivir a Nueva York. En el Club Kalen, uno de los grupos literarios más interesantes de su tiempo, Lovecraft se rodeó de un grupo de amigos intelectuales y literarios que le instaron a presentar sus historias a la revista Weird Tales. El editor Edwin Baird aceptó muchas de las historias del Ciclo Onírico, aunque fueron muy criticadas por una parte de los lectores.
En 1926 Lovecraft regresó a Providence después de su divorcio. A partir de este momento, llegarían los años más fructíferos de su carrera literaria, durante los que se desarrollarían los Mitos de Cthulhu.
EL CÍRCULO SE CIERRA
Lovecraft tenía un gran número de amigos y conocidos, con la mayoría de los cuales mantenía una extensa correspondencia. Pero también era un viajero entusiasta y, además de escribir a sus muchos amigos dispersos por los Estados Unidos, también los visitaba con frecuencia. No solo visitó toda Nueva Inglaterra, sino que se desplazó a Florida, Nueva Orleans y Cleveland. De hecho, su obra más extensa es un relato biográfico de 136 páginas titulado Una descripción de la ciudad de Quebec.
A diferencia de la mayoría de la gente, disponía de tiempo casi ilimitado para viajar. Desempleado crónico, pero con muchos amigos a causa de su extensa correspondencia, Lovecraft se hospedaba en casa de sus colegas, quienes se mostraban felices de alojar al caballero de Providence, el cual les obsequiaba con consejos o correcciones para sus obras.
Lovecraft no solo inspiró a estos escritores para que crearan sus propios mundos, sino que también les permitió que escribieran sobre el suyo. Escribía regularmente a amigos, familiares y escritores aficionados, muchos de los cuales adoptaron temas, estilo e incluso personajes de su obra. De este modo, el de Providence se convirtió en el centro de un grupo de autores conocido como Círculo Lovecraft. Este grupo escribió historias que, frecuentemente, compartían detalles entre ellos.
Por lo general, la vinculación de los integrantes del movimiento se realizaba de manera epistolar. Era común que entre ellos se intercambiaran cartas y compartieran ideas y opiniones recíprocas sobre sus trabajos, así como el uso de tramas y personajes que se prestaban libremente. Este intercambio de ideas moldeó los denominados Mitos de Cthulhu. Se trataba, en definitiva, de autores prometedores que trataron de cuidarse mutuamente, ayudarse en sus respectivas carreras, y hacer incursiones en los mundos de los demás.
¿QUIÉNES FORMARON PARTE DEL CÍRCULO LOVECRAFT?
Lovecraft tenía por costumbre otorgar un nombre exótico como apodo, generalmente asociado a la personalidad, a cada miembro. El propio maestro, H. P. Lovecraft, utilizaba tres apodos; Ech-Pi-El (sus iniciales escritas fonéticamente en inglés), Abdul Alhazred (el autor del Necronomicón) y Luveh-Kerapf (anagrama gutural de Lovecraft). Por tanto, me ha parecido oportuno incluir estos seudónimos junto a los nombres reales. Tradicionalmente, los integrantes del Círculo Lovecraft y sus contribuciones directas se limitan a:
Frank Belknap Long o Belknapius (helenización de su apellido). Su contribución más conocida los Mitos de Cthulhu es Los perros de Tíndalos, criaturas introducidas por primera vez en su historia corta del mismo nombre. Esta historia fue la primera de los Mitos escrita por alguien distinto a Lovecraft. Los sabuesos han aparecido en otras historias de Long, Lovecraft y muchos otros. En su adolescencia publicó una historia, El ojo sobre el manto, que llamó la atención del escritor H. P. Lovecraft, quien escribió a Long para elogiar su obra, iniciando así una amistad para toda la vida. Lovecraft ayudó Long a colocar sus primeras historias en la revista Weird Tales, donde publicó muchos de sus cuentos con el transcurso de los años. En 1975 escribió una biografía titulada: Howard Phillips Lovecraft: Soñador en el lado de la noche.
Clark Ashton Smith o Klarkash-Ton (anagrama pronunciado guturalmente de sus nombres), más conocido por sus escritos en la revista Weird Tales, en la misma época que Lovecraft. A la publicación de Ébano y cristal en 1922 le siguió una carta de H. P. Lovecraft que fue el comienzo de quince años de amistad y correspondencia. Aportó a los Mitos Aforgomon, Rlim-Shaikorth, Mordiggian, el dios Tsathoggua, el Libro de Eibon, y varios otros. En un homenaje a su amigo, Lovecraft se refirió en algunas de sus historias a un gran mago oscuro llamado Klarkash-Ton.
Robert Bloch o Bho-Blok (anagrama gutural de Bob ─diminutivo de Robert─ y su apellido Bloch), Más conocido por escribir Psicosis, Robert Bloch fue uno de los miembros más jóvenes del Círculo Lovecraft. Como ávido fan de Weird Tales y de las obras de H.P. Lovecraft, un joven Bloch le escribió una carta de admiración en 1933 y, pronto, comenzaron a cartearse de forma regular. Poco después, Bloch también mantendría correspondencia con otros miembros del Círculo Lovecraft como Smith y Derleth.
Las primeras historias de Bloch estuvieron muy influenciadas por Lovecraft. Varios de sus cuentos estaban ambientados en el mundo de los Mitos de Cthulhu. A Bloch debemos varios textos de los Mitos como De Vermis Mysteriis. En El vampiro estelar, homenajeó a su mentor al presentarlo como un ocultista de Providence. Lovecraft devolvió el favor incorporando a Bloch en su relato El morador de las tinieblas, donde el joven escritor aparece como Robert Blake.
Robert E. Howard o Bob Dos pistolas (alusión a su origen tejano y su gusto por lo western). En 1930, Weird Tales publicó Las ratas en las paredes, de H. P. Lovecraft. A Howard le encantó, y escribió a la revista elogiándolo, particularmente el sentido de historicidad imbuido en su entorno británico. La revista entregó la carta al propio Lovecraft, quien escribió una respuesta cálida y agradecida. Los dos se convirtieron rápidamente en amigos por correspondencia, y Lovecraft presentó a Howard a su amplio grupo autores. A través del Círculo, Howard se interesó en el mito de Cthulhu, e hizo varias contribuciones como el libro UnaussprechlichenKulten que aparece en su cuento de terror La piedra negra.
August Derleth o el Conde d’Erlette (galización de su apellido), quien, a la postre, sería heredero de Lovecraft, aportó los libros Cultos de los gules y Fragmentos de Celaeno a la lista de libros prohibidos de los Mitos, así como dos dioses: Ithaqua (el Wendigo) y Cthugha (el fuego primordial). Lovecraft incluso rindió homenaje a Derleth cuando escribió sobre le Comte d’Erlette, que fue el aristócrata francés y autor ficticio de Cultos de los gules, el nombre se inspiró en la forma ancestral del apellido de August Derleth.
El Círculo podría extenderse a otros amigos o corresponsales de Lovecraft como James Blish, Henry Hasse, Carl Jacobi, Henry Kuttner, Fritz Leiber, Robert A. W. Lowndes, C. L. Moore, E. Hoffmann Price, Duane W. Rimel, Richard F. Searight, J. Vernon Shea o Donald Wandrei.
Precisamente, en una carta de 1934 dirigida al escritor aficionado Duane W. Rimel, Lovecraft explicaba cómo pronunciar el nombre de su creación más afamada:
El nombre de la entidad infernal fue inventado por seres cuyos órganos vocales no eran como los del hombre, por lo tanto, no tiene relación con el aparato de habla humana. Las sílabas fueron determinadas por un aparato fisiológico completamente diferente al nuestro, en consecuencia, nunca podría ser pronunciado a la perfección por una garganta humana… El sonido real —tan parecido a lo que cualquier órgano humano podría imitar o las letras humanas registrarían— puede ser tomado como algo parecido a Khlûl’-hloo, con la primera sílaba pronunciada guturalmente y muy gruesa. La «u» es más o menos completa; y la primera sílaba no es muy diferente a «klul» en cuanto a sonido, de ahí que la h represente el grosor gutural.
EL CÍRCULO TRAS LA MUERTE DE LOVECRAFT
La década de los 30 hizo tambalearse al Círculo Lovecraft; Kuttner y Long se decantaron por la ciencia-ficción, Robert E. Howard se suicidó en 1936, un año antes de que Lovecraft falleciera a causa de un cáncer. Smith, que junto con Lovecraft y Howard fue uno de los tres grandes de Weird Tales, también se embarcó en otros proyectos. Solo Derleth (continuador de la obra de Lovecraft) y Robert Bloch prosiguieron con los Mitos tras la muerte de Lovecraft, no obstante, Bloch alcanzó la fama por su novela Psicosis y por otros géneros literarios como la ciencia ficción y la novela policíaca, además del terror.
Sin embargo, August Derleth añadió y amplió la visión de Lovecraft, no sin controversia. Cuando Lovecraft murió en 1937, Derleth y Donald Wandrei reunieron las historias de Lovecraft en una colección de relatos e intentaron encontrar un editor para ellas. Al no conseguir que ninguna editorial la publicara, fundaron la Arkham House en 1939 para imprimir la obra ellos mismos. Entre muchas otras cosas, Derleth es también responsable de la creación del término Mitos de Cthulhu, que es una especie de paraguas cuando se habla de los diferentes monstruos lovecraftianos. En vida, Lovecraft se refería jocosamente a su mitología artificial como Yog-Sothothery.
No obstante, Derleth es impopular entre los fans de Lovecraft. La principal razón es que sienten que Derleth se sirvió del nombre de Lovecraft para publicar su propia obra. Después de la muerte del de Providence, Derleth escribió una serie de historias basadas en fragmentos y notas dejadas por Lovecraft. Estas fueron publicadas bajo el nombre de H. P. Lovecraft y August Derleth, con Derleth llegando a referirse a sí mismo un colaborador póstumo.
Mientras que Lovecraft consideraba a su panteón de dioses alienígenas como una mera herramienta para la trama, Derleth creó toda una cosmología completa, que incluía una guerra entre los antiguos dioses benévolos y los malvados dioses exteriores, como Cthulhu y los de su calaña. Las fuerzas del bien habrían ganado, encerrando a Cthulhu y al resto de dioses exteriores bajo la tierra, el océano y otros lugares remotos. Las historias de los Mitos de Cthulhu de Derleth continuaron asociando los diferentes dioses con los cuatro elementos tradicionales: fuego, aire, tierra y agua; una restricción artificial por parte de Derleth, ya que el propio Lovecraft nunca imaginó tal esquema.
La escritura de Lovecraft, en particular los llamados Mitos de Cthulhu, ha influido en muchos autores de ficción, incluyendo escritores como Stephen King, Ramsey Campbell, Alan Moore, Thomas Ligotti o Neil Gaiman, que han citado a Lovecraft como una de sus principales influencias. Más allá de la adaptación directa, Lovecraft y sus historias han tenido un profundo impacto en la cultura popular.
C. G. Demian
Redactor
3 comentarios
Otro artículo para releer de vez en cuando.
Mucho es que lo hayas leído una sola vez. Gracias por tu tiempo y tus palabras.
Faltaría más, Es un artículo genial.